Olivia de Prado

Mejora tu autoestima

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Un gran número de mujeres que se están sometiendo a tratamientos con técnicas de R.A (Reproducción Asistida), tienen la autoestima dañada, debido a los fracasos repetidos, a los resultados inesperados, a las cancelaciones de ciclo, entre otras cosas; y sobre todo al retraso de su deseo de maternidad.

A diario veo en la consulta mujeres con un nivel de autoestima por los suelos, a las que con sólo preguntarles a cerca de sí mismas, se emocionan enormemente. Estas mujeres manifiestan poseer sentimientos de decepción por no ver cumplido su proyecto de vida.

¿Ves que no llega nunca el momento de ser madre?, ¿te sientes con los ánimos más bajos de lo habitual, desde que iniciaste los tratamientos de fertilidad?, ¿comienzas a plantearte si algún día lo conseguirás?, o ¿si será demasiado tarde cuando lo consigas?

Si te planteas alguna de estas cuestiones, puede que tu autoestima se vea afectada, hasta el punto de sentir una sensación de falta de capacidades, que te acompaña en la mayoría de tus días.

Hay diferentes vías que nos llevan a fortalecer la estima que nos tenemos a nosotras mismas, la forma en la que nos queremos. Te las comparto a continuación:

Acéptate tal y como eres:

Comienza valorando tus cualidades y conociendo tus fortalezas. Nada de esto tiene que ver con la arrogancia, sino con el autoconocimiento. No te compares con los demás, porque generalmente se suele hacer en relación con las carencias. Tú eres tú y los demás son diferentes a ti. Cada uno con sus cualidades y valores.

Aprende a aceptar los elogios sinceros, sin quitar importancia a lo que están elogiando, como si no te los merecieses. ¿Alguna vez lo has hecho porque lo has asociado con no ser humilde? Esto nada tiene que ver con la falta de humildad, sino que es una forma de querernos nosotros mismos y hacernos valer. Practica con un simple “Gracias” manteniendo el contacto visual. Y observa qué efecto causa en ti. Es muy enriquecedor para tu autoestima. Te permite creer en ti, en tu valía y en tus capacidades.

Entrenando tus Habilidades Sociales:

Si alguien no nos trata como desearíamos, y sus palabras o actos, nos hacen sentir mal, pero no nos atrevemos a decírselo, entonces aparecen conductas de sumisión.  Estas conductas se dan generalmente, en personas que evitan el conflicto, porque éste les hace sentir incómodas. Prefieren no decir nada, tolerar comentarios de los demás, con tal de no generar rechazo en el otro.

Lo hacen porque no saben expresar la crítica de forma asertiva, o porque no quieren causar un enfado en la otra persona, pensando en la posibilidad de perderla.

Dicen lo que los demás esperan que digan, con tal de agradar y no saben defenderse ni hacerse respetar.

Estas situaciones se repiten con varias personas al mismo tiempo, con sus parejas, con sus padres, con amigos, con compañeros de trabajo; lo que termina ocasionando un desequilibrio importante en la percepción que uno tiene sobre sí mismo y sobre la incapacidad de expresar de manera adecuada sus emociones.

Para conseguir una mejor autoestima, es necesario entrenar en primer lugar la asertividad; que es aquella forma en la que le dices a los otros que no te hacen sentir bien algunas formas en las que te están tratando, y al mismo tiempo, puedes decirles cómo pueden hacerlo, dándoles alguna pauta concreta.

Por ejemplo; Me acabas de decir “esto” y no me ha hecho sentir bien, me gustaría que la próxima vez pudieras decírmelo de otra forma, con otro tono y con otras palabras más adecuadas.

Estableciendo tus límites:

Los limites son una delgada línea invisibles que está a nuestro alrededor y es la que nos muestra, lo que deseamos, lo que necesitamos para sentirnos bien, lo que no queremos tolerar y a lo que no queremos renunciar.

En primer lugar, tendríamos que saber cuáles son nuestros limites, y si no los conocemos, podríamos empezar por hacernos estas preguntas: ¿Qué comentarios no quiero oír?, ¿qué actitudes no quiero tolerar en mi vida?, ¿a qué no querido renunciar?

Tener claros los limites te permite estar preparada para decir NO.

Imagínate que una persona de tu círculo, te pide un favor, pero tú no puedes ayudarla porque tienes otros planes que para ti son una prioridad y están dentro de los limites que te has establecido previamente. No pasaría nada si le dijeras, “mira fulanita@, siento mucho no poder acompañarte en esta ocasión, pero es que no puedo hacerlo”.

Tampoco es necesario que des muchas explicaciones, porque entonces parece que te estas justificando y ese no es el objetivo. Sino que se trata de saber decir NO, a cosas que a lo mejor no te apetece hacer, pero que, hasta ahora, por no quedar mal, has hecho con tal de mantener la relación intacta con esa persona.

Muchas veces confundimos poner nuestros límites con el egoísmo, pero en este caso, no tiene ninguna relación. Tus limites son aquellas cosas que son necesarias en tu vida para que funcione como tú quieres y te producen bienestar; y cuando la gente los cruza, a ti te hace sentir que están invadiendo tu espacio, y te sientes mal porque tienes la sensación de que estás renunciando a cosas que para ti son importantes en la vida.

Para sentirte a gusto contigo misma y que los demás te respeten, es necesario que establezcas límites en las relaciones con los demás.

Dedícate tiempo a ti misma (Autocuidado):

Todos tenemos diferentes roles, hijo@, herman@, amigo@, padre, madre, compañero@. Hay muchas personas que poseen la creencia irracional de que las necesidades de sus seres queridos están por encima de uno mismo y se preocupan más por los demás, que, por ellos mismos, ésto puede llegar a desequilibrar tu bienestar personal.

Las necesidades y los placeres de uno, también son importantes, es más, si nosotros hacemos ver a los demás que lo nuestro está por detrás de lo que ellos quieren, interpretan que tu tiempo no importa y creerán que sus necesidades siempre estarán por encima de las tuyas. Y es lo que hará que te pidan cosas sin importarles las consecuencias. Es entonces cuando tienes que rememorar el punto de los límites, porque está muy relacionado con el autocuidado.

Saca tiempo para ti misma, para hacer lo que te gusta y deja de justificarte ante los demás, porque realmente te lo mereces. Créetelo primero tú misma, y después se lo creerán los demás.

Reduce tu nivel de exigencia:

Si eres de las que contantemente estás buscando la perfección en todas las cosas, que lo quieres tener todo bajo control, nunca estarás satisfecha porque la perfección no existe. Como consecuencia, al no verse cumplidas tus altas expectativas, puede que te relaciones con ira, porque vas siempre estresada para llegar a todo, y cuando no lo cumples, te enfadas contigo misma y con los demás, por no haber podido cumplir con el plan que tenías previsto. Esto genera conflicto con uno mismo, y con el entorno.

Las personas autoexigentes, generalmente suelen exigir a los demás lo mismo que ellos dan, y habitualmente no se corresponden con sus expectativas, por tanto, se genera mucha tensión y sensación de frustración.

Baja tus expectativas, es necesario para poder estar en armonía.

Todas estas herramientas, son favorables para poder hacer crecer tu autoestima, con el fin de encontrarte mejor anímicamente, de verte capaz de hacer frente a las adversidades que vayan aconteciendo y poseer una visión más optimista del camino que en este momento actual estás recorriendo.

¿Crees que entrenando alguno de estos puntos, puede variar la visión que tienes sobre ti misma?

Ahora que conoces algunas herramientas más, ¿te ves capaz de caminar de una manera más positiva por los TRA?

Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.

Gracias por compartir.

Olivia de Prado

 

 

 

 

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Un gran número de mujeres que se están sometiendo a tratamientos con técnicas de R.A (Reproducción Asistida), tienen la autoestima dañada, debido a los fracasos repetidos, a los resultados inesperados, a las cancelaciones de ciclo, entre otras cosas; y sobre todo al retraso de su deseo de maternidad.

A diario veo en la consulta mujeres con un nivel de autoestima por los suelos, a las que con sólo preguntarles a cerca de sí mismas, se emocionan enormemente. Estas mujeres manifiestan poseer sentimientos de decepción por no ver cumplido su proyecto de vida.

¿Ves que no llega nunca el momento de ser madre?, ¿te sientes con los ánimos más bajos de lo habitual, desde que iniciaste los tratamientos de fertilidad?, ¿comienzas a plantearte si algún día lo conseguirás?, o ¿si será demasiado tarde cuando lo consigas?

Si te planteas alguna de estas cuestiones, puede que tu autoestima se vea afectada, hasta el punto de sentir una sensación de falta de capacidades, que te acompaña en la mayoría de tus días.

Hay diferentes vías que nos llevan a fortalecer la estima que nos tenemos a nosotras mismas, la forma en la que nos queremos. Te las comparto a continuación:

Acéptate tal y como eres:

Comienza valorando tus cualidades y conociendo tus fortalezas. Nada de esto tiene que ver con la arrogancia, sino con el autoconocimiento. No te compares con los demás, porque generalmente se suele hacer en relación con las carencias. Tú eres tú y los demás son diferentes a ti. Cada uno con sus cualidades y valores.

Aprende a aceptar los elogios sinceros, sin quitar importancia a lo que están elogiando, como si no te los merecieses. ¿Alguna vez lo has hecho porque lo has asociado con no ser humilde? Esto nada tiene que ver con la falta de humildad, sino que es una forma de querernos nosotros mismos y hacernos valer. Practica con un simple “Gracias” manteniendo el contacto visual. Y observa qué efecto causa en ti. Es muy enriquecedor para tu autoestima. Te permite creer en ti, en tu valía y en tus capacidades.

Entrenando tus Habilidades Sociales:

Si alguien no nos trata como desearíamos, y sus palabras o actos, nos hacen sentir mal, pero no nos atrevemos a decírselo, entonces aparecen conductas de sumisión.  Estas conductas se dan generalmente, en personas que evitan el conflicto, porque éste les hace sentir incómodas. Prefieren no decir nada, tolerar comentarios de los demás, con tal de no generar rechazo en el otro.

Lo hacen porque no saben expresar la crítica de forma asertiva, o porque no quieren causar un enfado en la otra persona, pensando en la posibilidad de perderla.

Dicen lo que los demás esperan que digan, con tal de agradar y no saben defenderse ni hacerse respetar.

Estas situaciones se repiten con varias personas al mismo tiempo, con sus parejas, con sus padres, con amigos, con compañeros de trabajo; lo que termina ocasionando un desequilibrio importante en la percepción que uno tiene sobre sí mismo y sobre la incapacidad de expresar de manera adecuada sus emociones.

Para conseguir una mejor autoestima, es necesario entrenar en primer lugar la asertividad; que es aquella forma en la que le dices a los otros que no te hacen sentir bien algunas formas en las que te están tratando, y al mismo tiempo, puedes decirles cómo pueden hacerlo, dándoles alguna pauta concreta.

Por ejemplo; Me acabas de decir “esto” y no me ha hecho sentir bien, me gustaría que la próxima vez pudieras decírmelo de otra forma, con otro tono y con otras palabras más adecuadas.

Estableciendo tus límites:

Los limites son una delgada línea invisibles que está a nuestro alrededor y es la que nos muestra, lo que deseamos, lo que necesitamos para sentirnos bien, lo que no queremos tolerar y a lo que no queremos renunciar.

En primer lugar, tendríamos que saber cuáles son nuestros limites, y si no los conocemos, podríamos empezar por hacernos estas preguntas: ¿Qué comentarios no quiero oír?, ¿qué actitudes no quiero tolerar en mi vida?, ¿a qué no querido renunciar?

Tener claros los limites te permite estar preparada para decir NO.

Imagínate que una persona de tu círculo, te pide un favor, pero tú no puedes ayudarla porque tienes otros planes que para ti son una prioridad y están dentro de los limites que te has establecido previamente. No pasaría nada si le dijeras, “mira fulanita@, siento mucho no poder acompañarte en esta ocasión, pero es que no puedo hacerlo”.

Tampoco es necesario que des muchas explicaciones, porque entonces parece que te estas justificando y ese no es el objetivo. Sino que se trata de saber decir NO, a cosas que a lo mejor no te apetece hacer, pero que, hasta ahora, por no quedar mal, has hecho con tal de mantener la relación intacta con esa persona.

Muchas veces confundimos poner nuestros límites con el egoísmo, pero en este caso, no tiene ninguna relación. Tus limites son aquellas cosas que son necesarias en tu vida para que funcione como tú quieres y te producen bienestar; y cuando la gente los cruza, a ti te hace sentir que están invadiendo tu espacio, y te sientes mal porque tienes la sensación de que estás renunciando a cosas que para ti son importantes en la vida.

Para sentirte a gusto contigo misma y que los demás te respeten, es necesario que establezcas límites en las relaciones con los demás.

Dedícate tiempo a ti misma (Autocuidado):

Todos tenemos diferentes roles, hijo@, herman@, amigo@, padre, madre, compañero@. Hay muchas personas que poseen la creencia irracional de que las necesidades de sus seres queridos están por encima de uno mismo y se preocupan más por los demás, que, por ellos mismos, ésto puede llegar a desequilibrar tu bienestar personal.

Las necesidades y los placeres de uno, también son importantes, es más, si nosotros hacemos ver a los demás que lo nuestro está por detrás de lo que ellos quieren, interpretan que tu tiempo no importa y creerán que sus necesidades siempre estarán por encima de las tuyas. Y es lo que hará que te pidan cosas sin importarles las consecuencias. Es entonces cuando tienes que rememorar el punto de los límites, porque está muy relacionado con el autocuidado.

Saca tiempo para ti misma, para hacer lo que te gusta y deja de justificarte ante los demás, porque realmente te lo mereces. Créetelo primero tú misma, y después se lo creerán los demás.

Reduce tu nivel de exigencia:

Si eres de las que contantemente estás buscando la perfección en todas las cosas, que lo quieres tener todo bajo control, nunca estarás satisfecha porque la perfección no existe. Como consecuencia, al no verse cumplidas tus altas expectativas, puede que te relaciones con ira, porque vas siempre estresada para llegar a todo, y cuando no lo cumples, te enfadas contigo misma y con los demás, por no haber podido cumplir con el plan que tenías previsto. Esto genera conflicto con uno mismo, y con el entorno.

Las personas autoexigentes, generalmente suelen exigir a los demás lo mismo que ellos dan, y habitualmente no se corresponden con sus expectativas, por tanto, se genera mucha tensión y sensación de frustración.

Baja tus expectativas, es necesario para poder estar en armonía.

Todas estas herramientas, son favorables para poder hacer crecer tu autoestima, con el fin de encontrarte mejor anímicamente, de verte capaz de hacer frente a las adversidades que vayan aconteciendo y poseer una visión más optimista del camino que en este momento actual estás recorriendo.

¿Crees que entrenando alguno de estos puntos, puede variar la visión que tienes sobre ti misma?

Ahora que conoces algunas herramientas más, ¿te ves capaz de caminar de una manera más positiva por los TRA?

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