¿Cómo superar el dolor que nos causa nuestra Infertilidad?

¿Has tenido un aborto?, ¿has sufrido un fracaso en tu tratamiento de Reproducción Asistida?, ¿te acaban de comunicar que no podrás tener hijos con tus propios gametos?…

¿Cómo puedes recuperar un buen ajuste emocional y sobre todo no perder el entusiasmo por la vida?

Las emociones y sensaciones corporales, alteran nuestro equilibrio, nos sentimos abrumados por una mezcla incompresible de tristeza, rabia, confusión, impotencia…

Tratar de ignorar o disimular estos síntomas, para mantener el equilibrio, es una reacción protectora muy común. Todos utilizamos mecanismos de defensa para excluir de la conciencia las experiencias dolorosas.  Pero los resultados a largo plazo, no son beneficiosos para nuestra salud mental.

Las emociones que quedan enquistadas pueden causar angustia, o depresión. Además, ocultar cómo nos sentimos, nos distancia física y emocionalmente de los demás, cuando precisamente lo que más necesitamos en estos momentos es contacto.

Es necesario que compartas tus experiencias, tus emociones, tus temores, tu incertidumbre, con familiares, con amigos o con un  psicólogo especialista en la materia.

Hablar con los demás es fundamental para superar, porque la palabra genera vínculos. Y en estos espacios en los que te sientes cómoda y segura, puedes liberarte, aclarar emociones confusas, recibir confianza, comprensión y consuelo.

Cuando te permites hablar de lo que te ocurre con otras personas que te aportan confianza, pues ordenar las ideas, y descubrir emociones nuevas que se han ido transformando.

Al compartir con otras personas que pueden haber pasado por una situación similar a la tuya, aparece el sentimiento de universalidad “esto no me pasa solo a mí”, lo que te ayuda a aliviar esa sensación de angustia constante.

Cuando expresas los sentimientos que te abruman, reduces su intensidad emocional, y minimizas la posibilidad de que se enquisten y provoquen a la larga una dolencia mental.

Cuantas más veces narres los sucesos, las emociones que te perturban, perderán fuerza, y menos posibilidad tienen de perjudicarte a largo plazo.

A veces puedes descubrirte contando una y otra vez el mismo discurso, y  puedes tener la sensación de ser un poco “pesada”, incluso puedes pensar que los demás se van a cansar de tí… en estos casos, puedes buscar una ayuda externa, de alguien a quien no conozcas y que pueda guiarte en este camino de una manera objetiva, como pueda ser un profesional de la psicología.

Reserva ese espacio solo para tí, que te permita liberar parte de la carga que llevas acumlada.

La busqueda de tu bienestar, no pretende olvidar lo ocurrido, sino aceptar la situación que te ha tocado vivir e integrarla en tu nueva vida, restableciendo la paz interior.

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Gracias por compartir.

Olivia de Prado