“Nos pasamos toda la vida buscando el equilibrio fuera, cuando está dentro de nosotros mismos”.

La primera vez que escuché esta frase, no estaba muy de acuerdo con ella, pero a medida que han pasado los años, he ido comprendiendo que está en lo cierto.

Siempre pensé que las circunstancias que nos rodean, eran las que nos permitirían conseguir equilibrio y estabilidad emocional, con el tiempo he descubierto que la estabilidad es independiente de lo que haya ahí fuera.

Sólo de esta forma podremos disfrutar de nuestra vida plenamente, sin miedo a que pueda suceder un contratiempo que rompa ese equilibrio perfecto que siempre deseamos tener, y nos desestabilice por completo.

Muchas veces el ambiente no te acompaña, puede que estés atravesando una situación difícil en tu vida, como una enfermedad, un hijo que no llega, o incluso el fallecimiento de un ser querido… Aún en estos casos, para seguir con tu vida de la forma más saludable, sería necesaria cierta dosis de seguridad, que únicamente podrás encontrar dentro de ti misma.

Está muy bien que luchemos por aquello que queremos lograr, superar una enfermedad o tener ese hijo tan deseado, entre otras cosas; pero si podemos evitar que esa lucha sea amarga, mucho mejor, porque de lo contrario será más difícil la travesía hasta conseguir nuestro propósito y el camino nos resultará interminable.

El otro día, me comentaba una mujer en la consulta, que tenía la sensación de ir siempre corriendo detrás de algo que nunca alcanzaba… ella no sabía ponerle nombre a “ese algo” que perseguía, yo creo que se refería al equilibrio.

Ella me decía que cuando había querido tener algo a lo largo de su vida, había peleado por conseguirlo y que cuando lo tenía, enseguida estaba dispuesta a buscar alguna otra cosa detrás de la que continuar corriendo.

Esta actitud acababa agotándola, ya que está en una continua carrera en la cual nunca ve la meta.

Puede que conozcáis a alguna persona que se comporta de este modo, y a la que muchas veces se la define como “inconformista o ambiciosa”, bajo mi punto de vista son personas que no se permiten disfrutar de las cosas de su alrededor porque tienen una sensación de vacío interior que quieren continuamente llenar con una cosa tras otra.

Buscar fuera algo que te haga sentir en equilibrio, tiene su riesgo; y es que en el momento en que no lo consigues, aparece la frustración que puede provocar inestabilidad en tus emociones y atraparte en una rueda de la que te puede resultar difícil salir, ya que, para reparar esa frustración, continuarás buscando el equilibrio en el mismo sitio de diferentes maneras, obteniendo el mismo resultado. Es el pez que se muerde la cola.

Y es que buscar fuera el equilibrio, es un error… porque el equilibrio está dentro de cada uno de nosotros. El equilibrio reside en la sensación interior de estar en consonancia con uno mismo y con las circunstancias que le rodean.

Imaginémonos un funambulista en el alambre tensado, todo su alrededor está en su contra… la altura, la cuerda estrecha, la lejanía de la meta… pero lo más importante lo tiene en su interior… la confianza en sí mismo. Su equilibrio no depende de lo que le rodea, afortunadamente.

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Olivia de Prado