Olivia de Prado

“sin miedo”

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No tener miedo a las consecuencias de ciertas situaciones es lo que nos permite sentirnos plenamente felices.

En ocasiones, la interpretación de determinadas circunstancias de nuestras vidas empañan nuestro disfrute.

Cuando sentimos miedo ante cualquier evento vital, como consecuencia podemos perder la capacidad para reaccionar de la forma más apropiada.

Es necesario desarrollar el arte de observar las cosas desde otro escenario diferente, de este modo podremos descubrir nuevas maneras que nos demuestren que la situación no es “tan mala” y que podemos ser felices de todas formas.

El modo de aniquilar el miedo es centrándose en el hoy. Cuando temes algo, se activan las alarmas para la supervivencia y sales huyendo de la situación temida con el único fin de salvarte. La manera de hacerle frente al miedo es calmándote cara a él y valorando las estrategias que puedes tomar para seguir en el camino. Vive el presente sin temer por el futuro.

Si hoy te dijeran que después de realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) a tus embriones, aparecen problemas cromosómicos, tendrías dos maneras de actuar:

Por una parte, podrías pensar en la mala suerte que estás teniendo y que con este pronóstico difícilmente tendrás un hijo. En este caso el miedo entraría en escena, posiblemente te invadiría una enorme tristeza que te impediría disfrutar del resto de las cosas que tienes a tu alrededor y te entrarían ganas de tirar la toalla en este camino por conseguir tu sueño de ser madre.  

O, por el contrario, podrías pensar que éste tal vez no haya sido un ciclo bueno, y te plantees la posibilidad de; bien intentarlo nuevamente con otro ciclo; o bien contemplar otras opciones que te permitan ser madre, como la donación de óvulos, embriones o adopción. De esta manera, buscas alternativas viables a tus circunstancias sin bloquearte, que te posibiliten seguir disfrutando de tu día a día.

Si intentas adivinar qué ocurrirá mañana, te perderás el hoy. El miedo te impide disfrutar plenamente de tu presente.

¿Has tenido en alguna ocasión miedo a que te despidan de tu trabajo?; ¿has tenido miedo de no lograr nunca un embarazo?,¿has tenido miedo a perder a quien amas?

Dedica unos minutos a pensar en los miedos que te han acompañado en estos últimos tiempos y la repercusión que éstos han tenido en tu vida.

¿Ha merecido la pena malgastar el tiempo de esa forma?

Puedes hacerte la pregunta: “¿qué pasaría si…?”

…si me despidieran del trabajo?

…si nunca lograra tener un hijo?

…si mis embriones no sobrevivieran a la desvitrificación?

…si vuelvo a tener un aborto?

Saber la respuesta no cambiará el resultado final, pero sí “el mientras tanto”. Nada de lo que pudiera ocurrir, te impediría volver a intentar ser feliz de otro modo. Comprométete a tomar la vida como venga. Aceptándola de una manera emocionante y plena.

La clave para vivir una vida plena está en saber disfrutar las cosas, sea cual sea la circunstancia que te haya tocado vivir.

Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.

Gracias por compartir.

Olivia de Prado

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“sin miedo”

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No tener miedo a las consecuencias de ciertas situaciones es lo que nos permite sentirnos plenamente felices.

En ocasiones, la interpretación de determinadas circunstancias de nuestras vidas empañan nuestro disfrute.

Cuando sentimos miedo ante cualquier evento vital, como consecuencia podemos perder la capacidad para reaccionar de la forma más apropiada.

Es necesario desarrollar el arte de observar las cosas desde otro escenario diferente, de este modo podremos descubrir nuevas maneras que nos demuestren que la situación no es “tan mala” y que podemos ser felices de todas formas.

El modo de aniquilar el miedo es centrándose en el hoy. Cuando temes algo, se activan las alarmas para la supervivencia y sales huyendo de la situación temida con el único fin de salvarte. La manera de hacerle frente al miedo es calmándote cara a él y valorando las estrategias que puedes tomar para seguir en el camino. Vive el presente sin temer por el futuro.

Si hoy te dijeran que después de realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) a tus embriones, aparecen problemas cromosómicos, tendrías dos maneras de actuar:

Por una parte, podrías pensar en la mala suerte que estás teniendo y que con este pronóstico difícilmente tendrás un hijo. En este caso el miedo entraría en escena, posiblemente te invadiría una enorme tristeza que te impediría disfrutar del resto de las cosas que tienes a tu alrededor y te entrarían ganas de tirar la toalla en este camino por conseguir tu sueño de ser madre.  

O, por el contrario, podrías pensar que éste tal vez no haya sido un ciclo bueno, y te plantees la posibilidad de; bien intentarlo nuevamente con otro ciclo; o bien contemplar otras opciones que te permitan ser madre, como la donación de óvulos, embriones o adopción. De esta manera, buscas alternativas viables a tus circunstancias sin bloquearte, que te posibiliten seguir disfrutando de tu día a día.

Si intentas adivinar qué ocurrirá mañana, te perderás el hoy. El miedo te impide disfrutar plenamente de tu presente.

¿Has tenido en alguna ocasión miedo a que te despidan de tu trabajo?; ¿has tenido miedo de no lograr nunca un embarazo?,¿has tenido miedo a perder a quien amas?

Dedica unos minutos a pensar en los miedos que te han acompañado en estos últimos tiempos y la repercusión que éstos han tenido en tu vida.

¿Ha merecido la pena malgastar el tiempo de esa forma?

Puedes hacerte la pregunta: “¿qué pasaría si…?”

…si me despidieran del trabajo?

…si nunca lograra tener un hijo?

…si mis embriones no sobrevivieran a la desvitrificación?

…si vuelvo a tener un aborto?

Saber la respuesta no cambiará el resultado final, pero sí “el mientras tanto”. Nada de lo que pudiera ocurrir, te impediría volver a intentar ser feliz de otro modo. Comprométete a tomar la vida como venga. Aceptándola de una manera emocionante y plena.

La clave para vivir una vida plena está en saber disfrutar las cosas, sea cual sea la circunstancia que te haya tocado vivir.

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Olivia de Prado

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