Cuando has conseguido quedarte embarazada después de haber sufrido un aborto, generalmente sientes miedo de volver a pasar nuevamente por esa misma situación.

Depende del momento en el que se haya producido el aborto, tus miedos irán “increscendo” a medida que se aproxime la semana del aborto. Los recuerdos anteriores estarán muy presentes.

No tiene por qué volver a pasar lo que ya te ha ocurrido antes, es una cuestión de probabilidad y por mucho que intentes controlarlo, no depende de ti. No tengo la menor duda de que estás haciendo todo lo que está en tu mano para que todo salga bien, pero desafortunadamente, hay cosas que no dependen de nosotros. Ésta es una de ellas.

Para poder sobrellevar tu embarazo de una manera más saludable, puedes marcarte pequeños objetivos a corto plazo. Después del día de la beta positiva, y hasta que te den el alta en la clínica de Reproducción (alrededor de la semana 10 o 12 dependiendo de tus circunstancias), generalmente se suelen hacer varias ecografías. Primeramente, el eco de confirmación y posteriormente alguna otra para comprobar que todo está en orden. Cada una de esas citas con tu ginecólogo pueden ser tus pequeños objetivos.

El miedo es una emoción absolutamente normal tras haber sufrido un aborto, pero este sentimiento no se tiene que convertir en el centro de tus emociones, porque te puede paralizar. Tienes que hacer un esfuerzo y dejarlo aparcado.

Algunas pacientes me comentan en la consulta que no se permiten disfrutar ni un solo momento de este nuevo embarazo, por miedo a que les vuelva a pasar lo mismo. Y creen que, si están preparadas para lo malo, cuando llegue (si llega), podrán afrontarlo mejor.

Pero piensa una cosa, ¿crees que por mucho que te convenzas de que la cosa no va a salir bien, si finalmente tienes un aborto, no vas a sufrir? Yo sinceramente creo que no. Seguramente tú opines lo mismo. Si llega ese día en que vuelves a tener otro aborto, vas a volver a sentirte triste, desilusionada, desesperanzada, derrotada… de la misma manera que lo hiciste en la ocasión anterior, pero tendrás la certeza de que podrás salir de ese pozo sin fondo del que pensabas que jamás saldrías.

Por ese motivo, no sirve de mucho preparase para lo malo, porque lo único que conseguirás es minarte por dentro y que esas semanas de incertidumbre las pases con una gran ansiedad. Puedes ahorrarte todo ese sufrimiento, si decides no adelantar acontecimientos.

Hace poco un hombre me comentaba en la consulta, que las semanas antes del aborto, en las que su mujer estaba embarazada, habían sido muy felices y habían hecho un montón de planes. Decía que a pesar del gran palo que se llevaron tras conocer que habían sufrido un aborto, había merecido la pena haber podido sentir esa alegría e ilusión durante ese tiempo; exactamente dijo: “que me quiten lo bailao”.
Esa frase me hizo pensar que, si ellos habían sido capaces de ilusionarse con un embarazo, aunque éste no llegara a término, deberían luchar para volver a conseguir sentirse de ese modo nuevamente, dejando el miedo a un lado y permitiéndose disfrutar de la tan esperada noticia, porque la ocasión merecía la pena.

Seguramente creas que no vas a poder soportar otro palo de la misma envergadura, pero piensa que siempre se aprende algo de los malos momentos, por ejemplo, la capacidad de resistencia que tuviste ante esa situación. Haber pasado por un aborto anteriormente, te ha permitido comprender que no se terminó el mundo ahí, que fue duro y que lo pasaste muy mal, pero seguiste adelante, luchaste por conseguir lo que tanto deseabas y aquí estás, embarazada de nuevo.

Te mereces disfrutar de tu embarazo que tanto te ha costado conseguir y esa criatura que llevas dentro se lo merece también.

Permítete ser feliz.

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Gracias por compartir.

Olivia de Prado