cómo pueden ayudarte tus seres queridos
Si quieres decirles a tus familiares que te echen una mano, pero no sabes cómo hacerlo, aquí te escribo algunos consejos.
Puedes empezar explicándoles tu situación actual, expresándoles tus emociones.
Pídeles que simplemente te escuchen.
Puedes decirles que no necesitas recibir consejos, que no se sientan ofendidos, pero que lo que necesitas ahora es que permanezcan ahí y escuchen cómo te sientes.
Puede que en este momento te hayas encerrado en ti misma y no hayas demostrado cómo te sientes realmente, por miedo al qué dirán, por hacerte la fuerte, por vergüenza… Es hora de quitarte esa coraza, deja fluir lo que tienes en tu interior para que los que te quieren puedan ayudarte.
Ellos se sienten desbordados, te ven mal, pero no saben cómo hacer frente a esta situación. No saben qué pueden hacer para que te sientas mejor…. Tal vez no esté en sus manos que salgas de este estado de profunda tristeza en el que te encuentras, pero sí pueden hacer que te sientas mejor anímicamente.
¿Sabías que los abrazos tienen poder curativo?
Sheldon Cohen, (profesor de Psicología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Carnegie Mellon), ha confirmado el poder curativo de los abrazos, protegiendo a las personas de los efectos negativos del estrés además de reducir el riesgo de padecer síntomas de enfermedades vinculadas a éste, como la depresión o la ansiedad. La infertilidad y sus tratamientos, son un foco que provoca este tipo de emociones.
Déjate abrazar por los que te quieren, abrázalos tú también y sentirás esa sensación tan agradable en cuestión de segundos. El efecto es inmediato. Pruébalo, ya me contarás.
Puedes comentarles también a tus familiares que otras veces no necesitarás hablar, simplemente llorar. Pídeles que te presten su hombro para desahogarte.
El llanto disminuye el estrés. Si le quisiéramos buscar una explicación fisiológica sabemos, según explica W. H. Frey, (bioquímico en el Centro Médico St. Paul-Ramsey de Minnesota), que en las lágrimas tenemos buena dosis de cloruro de potasio y manganeso, endorfinas, prolactina, adenocorticotropina. Todas ellas son sustancias estresantes que dañan el organismo. El llanto las elimina, disminuyendo su concentración en el cuerpo. Además, llorar tiene un efecto calmante y ayuda a normalizar tanto la respiración como el ritmo cardíaco.
Si sientes la necesidad de llorar, no tengas miedo a hacerlo, no es síntoma de debilidad.
Llora y desahógate. Llora sola o acompañada. Después de hacerlo te sentirás liberada.
Pídeles a tus familiares y amigos que aguanten tus malos humos. Transmíteles que esta irritabilidad es temporal, que a ti tampoco te gusta, pero que hay veces que te sientes incapaz de reprimir esas salidas de tono. Cuando te des cuenta de que lo que has dicho o hecho no está bien y ha podido causar daño a alguien de tu alrededor, no estaría de más que pidieras perdón. No te escudes en la revolución hormonal para comportarte de una manera poco adecuada. Las personas que te rodean también están pasándolo mal, viéndote a ti sufrir.
He dejado para el final la parte más esencial si quieren ayudarte. Trasládales que NO traten de minimizar tus sentimientos, porque los harán más intensos. Deberían entender que tus emociones son lo más importante para ti y que, aunque a ellos les parezcan desmesuradas, a ti te tranquiliza sentirte comprendida.
Espero que estas sugerencias te hayan sido de utilidad.
Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.
Gracias por compartir.
Olivia de Prado
cómo pueden ayudarte tus seres queridos
Si quieres decirles a tus familiares que te echen una mano, pero no sabes cómo hacerlo, aquí te escribo algunos consejos.
Puedes empezar explicándoles tu situación actual, expresándoles tus emociones.
Pídeles que simplemente te escuchen.
Puedes decirles que no necesitas recibir consejos, que no se sientan ofendidos, pero que lo que necesitas ahora es que permanezcan ahí y escuchen cómo te sientes.
Puede que en este momento te hayas encerrado en ti misma y no hayas demostrado cómo te sientes realmente, por miedo al qué dirán, por hacerte la fuerte, por vergüenza… Es hora de quitarte esa coraza, deja fluir lo que tienes en tu interior para que los que te quieren puedan ayudarte.
Ellos se sienten desbordados, te ven mal, pero no saben cómo hacer frente a esta situación. No saben qué pueden hacer para que te sientas mejor…. Tal vez no esté en sus manos que salgas de este estado de profunda tristeza en el que te encuentras, pero sí pueden hacer que te sientas mejor anímicamente.
¿Sabías que los abrazos tienen poder curativo?
Sheldon Cohen, (profesor de Psicología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Carnegie Mellon), ha confirmado el poder curativo de los abrazos, protegiendo a las personas de los efectos negativos del estrés además de reducir el riesgo de padecer síntomas de enfermedades vinculadas a éste, como la depresión o la ansiedad. La infertilidad y sus tratamientos, son un foco que provoca este tipo de emociones.
Déjate abrazar por los que te quieren, abrázalos tú también y sentirás esa sensación tan agradable en cuestión de segundos. El efecto es inmediato. Pruébalo, ya me contarás.
Puedes comentarles también a tus familiares que otras veces no necesitarás hablar, simplemente llorar. Pídeles que te presten su hombro para desahogarte.
El llanto disminuye el estrés. Si le quisiéramos buscar una explicación fisiológica sabemos, según explica W. H. Frey, (bioquímico en el Centro Médico St. Paul-Ramsey de Minnesota), que en las lágrimas tenemos buena dosis de cloruro de potasio y manganeso, endorfinas, prolactina, adenocorticotropina. Todas ellas son sustancias estresantes que dañan el organismo. El llanto las elimina, disminuyendo su concentración en el cuerpo. Además, llorar tiene un efecto calmante y ayuda a normalizar tanto la respiración como el ritmo cardíaco.
Si sientes la necesidad de llorar, no tengas miedo a hacerlo, no es síntoma de debilidad.
Llora y desahógate. Llora sola o acompañada. Después de hacerlo te sentirás liberada.
Pídeles a tus familiares y amigos que aguanten tus malos humos. Transmíteles que esta irritabilidad es temporal, que a ti tampoco te gusta, pero que hay veces que te sientes incapaz de reprimir esas salidas de tono. Cuando te des cuenta de que lo que has dicho o hecho no está bien y ha podido causar daño a alguien de tu alrededor, no estaría de más que pidieras perdón. No te escudes en la revolución hormonal para comportarte de una manera poco adecuada. Las personas que te rodean también están pasándolo mal, viéndote a ti sufrir.
He dejado para el final la parte más esencial si quieren ayudarte. Trasládales que NO traten de minimizar tus sentimientos, porque los harán más intensos. Deberían entender que tus emociones son lo más importante para ti y que, aunque a ellos les parezcan desmesuradas, a ti te tranquiliza sentirte comprendida.
Espero que estas sugerencias te hayan sido de utilidad.
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Gracias por compartir.
Olivia de Prado