ACEPTAR LA INFERTILIDAD, AUNQUE NO ME GUSTE.
Me chirriaba cada vez que alguien me decía, “esto te va a hacer más fuerte…”
Y yo pensaba que no hubiera sido necesario pasar por ahí para hacerme fuerte.
Luego del tiempo me di cuenta que efectivamente quizás no hubiera hecho falta pasar por ahí, por las múltiples pérdidas en mi vida, ni por acontecimientos que no deseo ni a mi peor enemigo; pero que pasar por ahí, de alguna manera, me trajo el mayor de los aprendizajes, me enseñó a caminar en la ACEPTACIÓN.
Hasta entonces me resignaba ante algunas circunstancias vividas, y esto me hacía quedarme parada, bloqueda, no me permitía avanzar. Estaba enfurruñada con aquello o lo otro, hasta que me di cuenta que aceptar no significaba que me gustara, que estuviera de acuerdo, ni que lo eligiera, ni tampoco que me hiciera sentir bien… simplemente significaba que eso era lo que me había tocado vivir, y con ello tenía que aprender a coexistir de otra forma, ni mejor, ni peor, sino diferente
Ese acontecimiento en mi vida marcó un antes y un después, y “gracias” a él caminé por otras pérdidas posteriores, por otros fracasos, por otras decepciones, de una manera más equilibrada.
Descubrí que no podía hacer nada por cambiar la situación, y me tocaba ACEPTAR.
No fue fácil, fue un camino largo, aún lo es… porque siempre digo que el proceso de aceptación dura toda la vida.
Y no quiere decir que ahora no duela, no lo hace como lo hacía antes, aunque a veces afloren las lágrimas y se me corte la voz, pero ya no me parte en dos. Y eso, ya es mucho.
No es algo que está presente todos los días, apenas algunos días al año, o quizás al mes…, que más da, lo importante es que he aprendido a convivir con ello, con la pérdida y con el dolor.
Que aunque haya algunos días malos, en los que la amargura y la nostalgia acuden a mi presencia, hay otros que soy feliz, a ratitos, porque la vida va de eso, de los pequeños ratillos que echamos con quien elegimos, riendo a carcajada limpia, o llorando a moco tendido. Pero haciendo aquello que nos hace sentir bien, sea lo que sea que necesitemos hacer.
Mi mayor aprendizaje fue ACEPTAR para poder avanzar.
Olivia de Prado. Acreditada como Psicóloga General Sanitaria por el Gobierno Vasco. Autorización Sanitaria del Gobierno Vasco Nº 48C.2.2.9753 Psicóloga Experta en Infertilidad y Reproducción Asistida. Psicóloga Especialista en Intervencion de la Ansiedad y el Estrés. Psicóloga Especialista en Salud Mental Perinatal. Psicóloga Especialista en Elaboración de Proccesos de DUELO. Sexóloga clínica. Miembro colegiado del Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia. Psicóloga colegiada num. BI04350 Es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad. Es miembro de la Sociedad Española de Psicología Perinatal.
ACEPTAR LA INFERTILIDAD, AUNQUE NO ME GUSTE.
Me chirriaba cada vez que alguien me decía, “esto te va a hacer más fuerte…”
Y yo pensaba que no hubiera sido necesario pasar por ahí para hacerme fuerte.
Luego del tiempo me di cuenta que efectivamente quizás no hubiera hecho falta pasar por ahí, por las múltiples pérdidas en mi vida, ni por acontecimientos que no deseo ni a mi peor enemigo; pero que pasar por ahí, de alguna manera, me trajo el mayor de los aprendizajes, me enseñó a caminar en la ACEPTACIÓN.
Hasta entonces me resignaba ante algunas circunstancias vividas, y esto me hacía quedarme parada, bloqueda, no me permitía avanzar. Estaba enfurruñada con aquello o lo otro, hasta que me di cuenta que aceptar no significaba que me gustara, que estuviera de acuerdo, ni que lo eligiera, ni tampoco que me hiciera sentir bien… simplemente significaba que eso era lo que me había tocado vivir, y con ello tenía que aprender a coexistir de otra forma, ni mejor, ni peor, sino diferente
Ese acontecimiento en mi vida marcó un antes y un después, y “gracias” a él caminé por otras pérdidas posteriores, por otros fracasos, por otras decepciones, de una manera más equilibrada.
Descubrí que no podía hacer nada por cambiar la situación, y me tocaba ACEPTAR.
No fue fácil, fue un camino largo, aún lo es… porque siempre digo que el proceso de aceptación dura toda la vida.
Y no quiere decir que ahora no duela, no lo hace como lo hacía antes, aunque a veces afloren las lágrimas y se me corte la voz, pero ya no me parte en dos. Y eso, ya es mucho.
No es algo que está presente todos los días, apenas algunos días al año, o quizás al mes…, que más da, lo importante es que he aprendido a convivir con ello, con la pérdida y con el dolor.
Que aunque haya algunos días malos, en los que la amargura y la nostalgia acuden a mi presencia, hay otros que soy feliz, a ratitos, porque la vida va de eso, de los pequeños ratillos que echamos con quien elegimos, riendo a carcajada limpia, o llorando a moco tendido. Pero haciendo aquello que nos hace sentir bien, sea lo que sea que necesitemos hacer.
Mi mayor aprendizaje fue ACEPTAR para poder avanzar.
Olivia de Prado. Acreditada como Psicóloga General Sanitaria por el Gobierno Vasco. Autorización Sanitaria del Gobierno Vasco Nº 48C.2.2.9753 Psicóloga Experta en Infertilidad y Reproducción Asistida. Psicóloga Especialista en Intervencion de la Ansiedad y el Estrés. Psicóloga Especialista en Salud Mental Perinatal. Psicóloga Especialista en Elaboración de Proccesos de DUELO. Sexóloga clínica. Miembro colegiado del Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia. Psicóloga colegiada num. BI04350 Es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad. Es miembro de la Sociedad Española de Psicología Perinatal.