¿cómo puede ayudarte el apoyo psicologico?
La infertilidad es un ACONTECIMIENTO VITAL ESTRESANTE y tiene un impacto sobre diferentes esferas de la vida de la persona que la padece, en lo social, sexual, laboral, económico y emocional, entre otras…
Esta situación es posible que te esté haciendo cuestionarte tu vida. Puede que sientas que todo lo que te rodea ha dado un giro de 180 grados. Pero en realidad nada ha cambiado, la que sí lo ha hecho es tu percepción de las cosas.
Una mujer me comentaba lo siguiente: “llevo 1 año y medio intentando quedarme embarazada, 12 meses de manera natural y 6 ciclos de Reproducción Asistida sin resultado positivo. Recuerdo cuando comenzamos con la búsqueda que tanto mi pareja como yo estábamos bien, seguíamos con nuestras vidas y teníamos mucha esperanza puesta en los tratamientos. Las ganas de conseguirlo hacían de motor para seguir adelante. Ahora que ya han pasado unos cuantos meses hemos comenzado a angustiarnos. No entendemos por qué no están funcionando las técnicas, estamos alterados y continuamente a la defensiva entre nosotros y con la gente de nuestro alrededor. Vemos fantasmas por todas partes. Hemos llegado al punto de no quedar con nuestros amigos de toda la vida, porque nos incomodan sus preguntas acerca del tema. No rindo en el trabajo porque estoy continuamente pensando por qué motivo no consigo quedarme embarazada. No tengo ganas de hacer las cosas que antes me parecían divertidas. No puedo parar de llorar, siento una gran tristeza interior. No me reconozco.”
Posiblemente el entorno de esta pareja no había cambiado, pero sí lo había hecho su forma de interpretar las cosas, de sentir las cosas y de actuar. Ellos eran los que habían dejado de quedar con sus amigos, los que no podían dejar de pensar en “el único tema que les importaba”, los que se sentían malhumorados y habían tomado una actitud entre ellos mismos y con sus familiares poco adecuada, cargada de reproches y discusiones.
Si conseguimos que nuestra percepción continúe estando intacta, nuestro alrededor puede facilitarnos mucho el recorrido. Puesto que sentiremos que las cosas siguen “estando en su sitio”, lo que nos proporcionará estabilidad. Si percibimos que el entorno no nos acompaña, nuestra actitud no será la más idónea para continuar el camino y puede que te lleve a tirar la toalla.
Cuando mantienes el nivel de estrés durante un periodo prolongado de tiempo y no puedes afrontarlo, se generan sentimientos como la tristeza, miedo, desesperanza, que pueden interferir en las actividades normales de tu vida y pueden aparecer síntomas ansiosos y depresivos. Es entonces cuando puedes abandonar el tratamiento.
Por este motivo has de saber que si recibes apoyo psicológico podrás conseguir el equilibrio emocional, mantener el optimismo durante tu tratamiento y afrontar el proceso con el mayor bienestar posible.
Generalmente existe la creencia de que “nosotros vamos a conseguir el embarazo en el primer ciclo”, pero muchas veces la realidad es otra. Si eres de las que lo consigue pronto, te doy mi enhorabuena, pero si eres de las que, como yo, tardamos unos cuantos ciclos en conseguirlo, lo más habitual es que tengas la necesidad de apoyarte en algo o alguien para continuar tu búsqueda.
Al comienzo de los tratamientos, todas nos sentimos con una gran esperanza por conseguir aquello que tanto tiempo llevamos buscando, pero a medida que va pasando el tiempo nuestras fuerzas comienzan a flaquear y te puedes sentir bastante afectada a nivel emocional. El apoyo psicológico te permite manejar tus emociones, expresar tus miedos, darte permiso para sentir. No solo necesitamos que los demás nos den animo…sino que nos ayuden a validar las emociones y afectos que van surgiendo.
El aumento del estrés a lo largo de los tratamientos, hace que disminuya la tolerancia y aumente los conflictos y nos haga cuestionarnos. Cuestionar nuestra relación de pareja, nuestras amistades, nuestro trabajo, nuestra autoestima. Si conseguimos reducir ese estrés que nos está provocando la situación, podremos seguir adelante con mayor ajuste emocional.
El tratamiento médico en sí es una carrera de obstáculos, cada bache superado es un paso que nos acerca a la meta. Es necesario estar fuerte para no abandonar antes de tiempo. El estado emocional influye en los resultados de los tratamientos. Con ello quiero decirte que, si estás fuerte a nivel emocional y ha fracasado un tratamiento, tendrás las ganas de continuar y darte otra nueva oportunidad con un nuevo ciclo. Cuando yo estaba en mi proceso una persona me dijo, “tienen más posibilidades de conseguirlo las que continúan” y creo que tenía mucha razón. ¿No lo ves así?
Después de un tratamiento fallido, tienes que darte tiempo para pasar el duelo por ese embarazo no conseguido. Tomate el tiempo que te haga falta. Y cuando estés con la suficiente fortaleza mental, sigue adelante. La terapia te puede ayudar mucho en estos momentos tan duros que solo tú puedes entender.
La superacion de las dificultades en el camino nos ayudan a madurar. En este momento puede que no lo veas así, pero cuando pase el tiempo y mires atrás, podrás ver que has recorrido un camino que ni te imagibas podrías hacer. Eres más fuerte de lo que piensas. Créeme, cuando sientas que ya no puedes más, sacarás fuerzas de algún lugar y podrás continuar tu camino.
Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.
Gracias por compartir.
Olivia de Prado
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¿cómo puede ayudarte el apoyo psicologico?
La infertilidad es un ACONTECIMIENTO VITAL ESTRESANTE y tiene un impacto sobre diferentes esferas de la vida de la persona que la padece, en lo social, sexual, laboral, económico y emocional, entre otras…
Esta situación es posible que te esté haciendo cuestionarte tu vida. Puede que sientas que todo lo que te rodea ha dado un giro de 180 grados. Pero en realidad nada ha cambiado, la que sí lo ha hecho es tu percepción de las cosas.
Una mujer me comentaba lo siguiente: “llevo 1 año y medio intentando quedarme embarazada, 12 meses de manera natural y 6 ciclos de Reproducción Asistida sin resultado positivo. Recuerdo cuando comenzamos con la búsqueda que tanto mi pareja como yo estábamos bien, seguíamos con nuestras vidas y teníamos mucha esperanza puesta en los tratamientos. Las ganas de conseguirlo hacían de motor para seguir adelante. Ahora que ya han pasado unos cuantos meses hemos comenzado a angustiarnos. No entendemos por qué no están funcionando las técnicas, estamos alterados y continuamente a la defensiva entre nosotros y con la gente de nuestro alrededor. Vemos fantasmas por todas partes. Hemos llegado al punto de no quedar con nuestros amigos de toda la vida, porque nos incomodan sus preguntas acerca del tema. No rindo en el trabajo porque estoy continuamente pensando por qué motivo no consigo quedarme embarazada. No tengo ganas de hacer las cosas que antes me parecían divertidas. No puedo parar de llorar, siento una gran tristeza interior. No me reconozco.”
Posiblemente el entorno de esta pareja no había cambiado, pero sí lo había hecho su forma de interpretar las cosas, de sentir las cosas y de actuar. Ellos eran los que habían dejado de quedar con sus amigos, los que no podían dejar de pensar en “el único tema que les importaba”, los que se sentían malhumorados y habían tomado una actitud entre ellos mismos y con sus familiares poco adecuada, cargada de reproches y discusiones.
Si conseguimos que nuestra percepción continúe estando intacta, nuestro alrededor puede facilitarnos mucho el recorrido. Puesto que sentiremos que las cosas siguen “estando en su sitio”, lo que nos proporcionará estabilidad. Si percibimos que el entorno no nos acompaña, nuestra actitud no será la más idónea para continuar el camino y puede que te lleve a tirar la toalla.
Cuando mantienes el nivel de estrés durante un periodo prolongado de tiempo y no puedes afrontarlo, se generan sentimientos como la tristeza, miedo, desesperanza, que pueden interferir en las actividades normales de tu vida y pueden aparecer síntomas ansiosos y depresivos. Es entonces cuando puedes abandonar el tratamiento.
Por este motivo has de saber que si recibes apoyo psicológico podrás conseguir el equilibrio emocional, mantener el optimismo durante tu tratamiento y afrontar el proceso con el mayor bienestar posible.
Generalmente existe la creencia de que “nosotros vamos a conseguir el embarazo en el primer ciclo”, pero muchas veces la realidad es otra. Si eres de las que lo consigue pronto, te doy mi enhorabuena, pero si eres de las que, como yo, tardamos unos cuantos ciclos en conseguirlo, lo más habitual es que tengas la necesidad de apoyarte en algo o alguien para continuar tu búsqueda.
Al comienzo de los tratamientos, todas nos sentimos con una gran esperanza por conseguir aquello que tanto tiempo llevamos buscando, pero a medida que va pasando el tiempo nuestras fuerzas comienzan a flaquear y te puedes sentir bastante afectada a nivel emocional. El apoyo psicológico te permite manejar tus emociones, expresar tus miedos, darte permiso para sentir. No solo necesitamos que los demás nos den animo…sino que nos ayuden a validar las emociones y afectos que van surgiendo.
El aumento del estrés a lo largo de los tratamientos, hace que disminuya la tolerancia y aumente los conflictos y nos haga cuestionarnos. Cuestionar nuestra relación de pareja, nuestras amistades, nuestro trabajo, nuestra autoestima. Si conseguimos reducir ese estrés que nos está provocando la situación, podremos seguir adelante con mayor ajuste emocional.
El tratamiento médico en sí es una carrera de obstáculos, cada bache superado es un paso que nos acerca a la meta. Es necesario estar fuerte para no abandonar antes de tiempo. El estado emocional influye en los resultados de los tratamientos. Con ello quiero decirte que, si estás fuerte a nivel emocional y ha fracasado un tratamiento, tendrás las ganas de continuar y darte otra nueva oportunidad con un nuevo ciclo. Cuando yo estaba en mi proceso una persona me dijo, “tienen más posibilidades de conseguirlo las que continúan” y creo que tenía mucha razón. ¿No lo ves así?
Después de un tratamiento fallido, tienes que darte tiempo para pasar el duelo por ese embarazo no conseguido. Tomate el tiempo que te haga falta. Y cuando estés con la suficiente fortaleza mental, sigue adelante. La terapia te puede ayudar mucho en estos momentos tan duros que solo tú puedes entender.
La superacion de las dificultades en el camino nos ayudan a madurar. En este momento puede que no lo veas así, pero cuando pase el tiempo y mires atrás, podrás ver que has recorrido un camino que ni te imagibas podrías hacer. Eres más fuerte de lo que piensas. Créeme, cuando sientas que ya no puedes más, sacarás fuerzas de algún lugar y podrás continuar tu camino.
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Olivia de Prado
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