Hoy quiero contarte un “secreto”, si aceptas tus emociones y te permites convivir con ellas, éstas no te harán daño.

Éste es un trabajo que hay que hacer con frecuencia, ya sabes que la práctica es lo que hace que algo se aprenda, se instaure y empiece a formar parte de ti.

Se trata primero de identificar cuáles son las emociones que estás sintiendo, y posteriormente permanecer atenta para ver cómo se desarrollan hasta que éstas se minimicen y no te hagan más daño.

Voy a proponerte un ejercicio para entrenarte en este aspecto.

Elige un momento adecuado, sin prisas, tomate tu tiempo y dedícate unos minutos para conectar con tu interior.  Escoge un lugar en el que te sientas a gusto, donde te encuentres cómoda y te transmita serenidad.

Cierra los ojos y comienza a hacer respiraciones diafragmáticas, lenta y profundamente. De manera que comiences a sentir calma y relajación.

Mira en tu interior y pasados unos minutos hazte la siguiente pregunta, “¿está todo bien en mi vida?”. Y espera…….

Comenzarán a surgir imágenes, los pensamientos vendrán y se irán, y aflorarán tus emociones más profundas.

Generalmente una emoción será más fuerte que las otras y destacará por encima de las demás. Se hará intensa y estará presente.

Obsérvala, acógela, no pretendas hacer que desaparezca, porque cuanto más trates de reprimirla, ésta se hará más fuerte y se quedará contigo.

¿De qué emoción se trata? ¿Puedes identificarla? ¿Es tristeza, rabia, desesperanza, pena, ansiedad…? Define esa emoción que te acompaña.

¿Qué sensaciones corporales te genera esta emoción? ¿ dónde la sientes? Puede ser por el pecho, el estómago, la garganta, las cervicales, las piernas…… en cualquier parte de tu cuerpo… intenta identificar dónde la sientes y céntrate en ese lugar…. Sin hacer nada más que observar y sentir.

Pasado unos minutos, esa sensación se irá calmando y terminará desapareciendo.

Este ejercicio te permitirá conocer que, si aceptas tus emociones y no pretendes contenerlas, éstas se transformarán y dejarán de interferir en tu vida de forma negativa.

Aprenderás a vivir con ellas, este tipo de emociones van a seguir apareciendo a lo largo de tu vida, de lo que se trata es de que en los momentos en los que aparezcan, convivas con ellas y no interfieran en tu estado de ánimo.

Permítete a ti misma sentir lo que este momento te está trasmitiendo, las emociones no son malas, deben de fluir, déjalas estar. Es la única manera en la que no repercutirán en tu salud mental. Acéptalas. Forman parte de ti.

Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.

Gracias por compartir.

Olivia de Prado