“Cuando te miro a los ojos, cuando huelo tu pelo, cuando me agarras la mano, cuando me dices mamá, cuando te observo sin que te des cuenta…”

¡Cuántas veces pienso que ha merecido la pena!

¡Qué orgullosa estoy de haber seguido adelante, cuando ya no me quedaban fuerzas!; ¡cuánto me alegro de haber tenido a mi lado a mi pareja, mi familia y mis amigos!, gracias por apoyarme, gracias por acompañarme.

“Todos los días estoy agradecida de que formes parte de mi vida, eso me hace sentir tan feliz…”

Por eso te entiendo tanto, por eso cada mujer que se pone en mis manos recibe todo mi apoyo para poder seguir esa lucha que le permita continuar en el camino.

Cuando estoy con vosotras y me contáis vuestras inquietudes, vuestros miedos, vuestro dolor, me siento plenamente identificada con cada una de vuestras historias. ¡Yo también he estado ahí!

Quiero que sepas que no estás sola en esto, que hay muchas mujeres que como tú y como yo, están pasando por un proceso de estas características y que, aunque algunas deciden no contarlo, cada día somos más las que sí lo hacemos por el mero hecho de compartir nuestras experiencias e intentar que la infertilidad deje de ser un tabú.

“Hija, cuando te abrazo siento tanto amor, y me apena que haya mujeres que no puedan sentir esto…”

Me encantaría que toda aquella mujer que deseara ser madre, pudiera hacer realidad su deseo. Es tan grande el sufrimiento que se siente cuando quieres y no puedes tener un hijo, tan grande, que no se me ocurre nada con lo que compararlo.

Supongo que muchas veces te has sentido incomprendida, yo también me he sentido así, y seguro que te han preguntado si realmente te merece la pena pasar por tanto dolor.

Conozco tu respuesta.

Si estás aquí es porque aún no has conseguido tu objetivo, tu hijo; pero estás en un punto esencial, la búsqueda. No importa los negativos que hayas tenido hasta ahora, mira hacia adelante, y divisa dónde quieres llegar. Eso te dará fuerzas para continuar. Si te dejas llevar por las olas, puede que nunca llegues o que abandones antes de tiempo. Coge el timón, sigue siendo tan fuerte como hasta ahora, y prosigue tu camino.

“Nunca antes he sentido este amor tan grande, y jamás pensé que pudiera ser así como siente una madre.”

Deseo que tú algún día también puedas sentirlo, si es lo que quieres.

Te animo a seguir buscando tu camino. Aquí tienes mi mano para cuando me necesites.

Merece la pena.

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Gracias por compartir.

Olivia de Prado