“¿Dudas?”
Cuando decidas acudir a una clínica de Reproducción Asistida, elige la que te ofrezca aquellos requisitos que para ti son imprescindibles, como pueden ser entre otros; que te ofrezcan atención personalizada, que te aporten toda la información que precises, o que atiendan tus preocupaciones y dudas desde la confianza. Esto te permitirá afrontar el proceso desde una postura más relajada, sintiendo que tienes el control de la situación, ya que tomarás una postura más participativa en tu tratamiento.
La primera consulta en la Unidad de Reproducción Asistida, suele generar gran inquietud, puesto que desconocemos cuál es nuestro diagnóstico. Aunque sabemos que “algo no funciona como debería”, ya que llevamos tiempo intentando conseguir un embrazo por el método tradicional, que no nos aporta el resultado esperado.
Es recomendable que asistas acompañada a la primera consulta, bien por tu pareja, bien por una persona allegada que te transmita seguridad y confianza. Generalmente la primera vez que acudes a la clínica, vas con muchos temores y dudas, por lo que ir acompañada resulta un apoyo emocional imprescindible. Ésta suele ser una consulta en la que el ginecólogo nos da mucha información en poco tiempo, y podemos salir aturdidos. Por este motivo es importante prestar mucha atención a lo que nos está contando el ginecólogo, así que ten en cuenta, que escuchan mejor 4 orejas que 2.
Antes de entrar en la consulta, o si lo prefieres en casa más tranquilamente, puedes escribir en un cuaderno aquellas cuestiones que te parecen importantes comentarlas con el médico asi como las dudas que tengas respecto al proceso.
Muchas veces, nos da vergüenza hacerles preguntas a los médicos, porque creemos que van a pensar que somos unas pesadas; pero la realidad es que ellos están acostumbrados a que les preguntemos y forma parte de su trabajo.
Consigue un pequeño block de notas, donde puedas apuntar cosas relacionadas con tu tratamiento, para que puedas recurrir a él cada vez que te asalten las dudas de lo que te dijo tu doctor hace “X” meses…
Esto te generará más seguridad en todo lo relacionado con la información referente al proceso. Y esta seguridad te permitirá no comerte la cabeza innecesariamente con este tipo de asuntos.
Una buena práctica clínica, es cuando el médico después de explicar qué pasos dará a la hora de iniciar el tratamiento de fertilidad, pregunta a los pacientes por las dudas que han ido surgiendo a lo largo de su explicación.
Tengo la gran suerte de trabajar, bajo mi punto de vista, con uno de los mejores profesionales que hay actualmente en Reproducción Asistida en nuestro País. Las primeras veces que pasé consulta con él, me llamó positivamente la atención que siempre terminaba su discurso dirigiendo a la pareja un “¿dudas?”. Me parece fundamental que haya un espacio destinado a la aclaración de las cuestiones que hayan podido surgir.
Puedes aprovechar este momento para preguntar todas las cuestiones que tengas, antes de abandonar la clínica, para que no te invadan las dudas de camino a casa, como suele ser habitual.
Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.
Gracias por compartir.
Olivia de Prado
“¿Dudas?”
Cuando decidas acudir a una clínica de Reproducción Asistida, elige la que te ofrezca aquellos requisitos que para ti son imprescindibles, como pueden ser entre otros; que te ofrezcan atención personalizada, que te aporten toda la información que precises, o que atiendan tus preocupaciones y dudas desde la confianza. Esto te permitirá afrontar el proceso desde una postura más relajada, sintiendo que tienes el control de la situación, ya que tomarás una postura más participativa en tu tratamiento.
La primera consulta en la Unidad de Reproducción Asistida, suele generar gran inquietud, puesto que desconocemos cuál es nuestro diagnóstico. Aunque sabemos que “algo no funciona como debería”, ya que llevamos tiempo intentando conseguir un embrazo por el método tradicional, que no nos aporta el resultado esperado.
Es recomendable que asistas acompañada a la primera consulta, bien por tu pareja, bien por una persona allegada que te transmita seguridad y confianza. Generalmente la primera vez que acudes a la clínica, vas con muchos temores y dudas, por lo que ir acompañada resulta un apoyo emocional imprescindible. Ésta suele ser una consulta en la que el ginecólogo nos da mucha información en poco tiempo, y podemos salir aturdidos. Por este motivo es importante prestar mucha atención a lo que nos está contando el ginecólogo, así que ten en cuenta, que escuchan mejor 4 orejas que 2.
Antes de entrar en la consulta, o si lo prefieres en casa más tranquilamente, puedes escribir en un cuaderno aquellas cuestiones que te parecen importantes comentarlas con el médico asi como las dudas que tengas respecto al proceso.
Muchas veces, nos da vergüenza hacerles preguntas a los médicos, porque creemos que van a pensar que somos unas pesadas; pero la realidad es que ellos están acostumbrados a que les preguntemos y forma parte de su trabajo.
Consigue un pequeño block de notas, donde puedas apuntar cosas relacionadas con tu tratamiento, para que puedas recurrir a él cada vez que te asalten las dudas de lo que te dijo tu doctor hace “X” meses…
Esto te generará más seguridad en todo lo relacionado con la información referente al proceso. Y esta seguridad te permitirá no comerte la cabeza innecesariamente con este tipo de asuntos.
Una buena práctica clínica, es cuando el médico después de explicar qué pasos dará a la hora de iniciar el tratamiento de fertilidad, pregunta a los pacientes por las dudas que han ido surgiendo a lo largo de su explicación.
Tengo la gran suerte de trabajar, bajo mi punto de vista, con uno de los mejores profesionales que hay actualmente en Reproducción Asistida en nuestro País. Las primeras veces que pasé consulta con él, me llamó positivamente la atención que siempre terminaba su discurso dirigiendo a la pareja un “¿dudas?”. Me parece fundamental que haya un espacio destinado a la aclaración de las cuestiones que hayan podido surgir.
Puedes aprovechar este momento para preguntar todas las cuestiones que tengas, antes de abandonar la clínica, para que no te invadan las dudas de camino a casa, como suele ser habitual.
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Olivia de Prado