El vinculo con tu bebé en el postparto.
En consulta me encuentro con recién mamás que vienen preocupadas porque tienen sentimientos de distancia con sus hijos, porque tienen miedo de no quererles como “deberían”, porque han oído relatos en los que otras mujeres sienten explosión de fuegos artificiales en su parto o en los días posteriores a éste; y ellas se sienten “frías” ante estos primeros momentos.
Llegan con sentimiento de culpa, tristeza, desconcierto y mucha mucha ambivalencia.
Me dicen “supongo que le querré porque me preocupo por el bebé, le cuido y no quiero que le pase nada, pero no sé lo que siento por él, no sé si le quiero”.
Es taaaaaaaan natural sentir estas emociones.
Pueden aparecer por varios motivos, uno de ellos y el primero que exploro es si ha habido algún momento de separación entre la diada (madre/bebe). Porque suele ser uno de los detonantes para que estos sentimientos de desconexión aparezcan.
Otros factores que influyen pueden ser: experiencia de parto traumático, complicaciones en el parto donde ha peligrado la vida del bebé o la mamá, invasión por parte de terceros en esos primeros momentos de conocimiento entre madre/bebé (con invasión me refiero a la falta de respeto hacia las necesidades o decisiones de la madre para con su bebé, bien por parte de un sanitario, bien por parte de un familiar).
Me satisface ver cómo tras las primeras sesiones; donde explicas a las mamás lo que puede estar pasando y les invitas a que reflexionen a cerca de los aspectos que han rodeado su caso; se van reconciliándo con sus sentimientos de maternidad y con el amor hacia su bebé.
Cuando comprenden, se alivia el malestar.
Aparece la calma, desaparece la culpa y se permiten vivir su maternidad plenamente, como ellas desean.
Afortunadamente todos estos sentimientos pueden sanarse, con tiempo y sobretodo con trabajo personal.
Si conectas con este sentir o conoces a alguien que pueda estar pasando por un momento así, plantéate o invítale a acudir a un profesional de la salud mental perinatal para colocar todas estas sensaciones desagradables que le están invadiendo e ir elaborando poco a poco esa nueva vida de mamá.
El vinculo con tu bebé en el postparto.
En consulta me encuentro con recién mamás que vienen preocupadas porque tienen sentimientos de distancia con sus hijos, porque tienen miedo de no quererles como “deberían”, porque han oído relatos en los que otras mujeres sienten explosión de fuegos artificiales en su parto o en los días posteriores a éste; y ellas se sienten “frías” ante estos primeros momentos.
Llegan con sentimiento de culpa, tristeza, desconcierto y mucha mucha ambivalencia.
Me dicen “supongo que le querré porque me preocupo por el bebé, le cuido y no quiero que le pase nada, pero no sé lo que siento por él, no sé si le quiero”.
Es taaaaaaaan natural sentir estas emociones.
Pueden aparecer por varios motivos, uno de ellos y el primero que exploro es si ha habido algún momento de separación entre la diada (madre/bebe). Porque suele ser uno de los detonantes para que estos sentimientos de desconexión aparezcan.
Otros factores que influyen pueden ser: experiencia de parto traumático, complicaciones en el parto donde ha peligrado la vida del bebé o la mamá, invasión por parte de terceros en esos primeros momentos de conocimiento entre madre/bebé (con invasión me refiero a la falta de respeto hacia las necesidades o decisiones de la madre para con su bebé, bien por parte de un sanitario, bien por parte de un familiar).
Me satisface ver cómo tras las primeras sesiones; donde explicas a las mamás lo que puede estar pasando y les invitas a que reflexionen a cerca de los aspectos que han rodeado su caso; se van reconciliándo con sus sentimientos de maternidad y con el amor hacia su bebé.
Cuando comprenden, se alivia el malestar.
Aparece la calma, desaparece la culpa y se permiten vivir su maternidad plenamente, como ellas desean.
Afortunadamente todos estos sentimientos pueden sanarse, con tiempo y sobretodo con trabajo personal.
Si conectas con este sentir o conoces a alguien que pueda estar pasando por un momento así, plantéate o invítale a acudir a un profesional de la salud mental perinatal para colocar todas estas sensaciones desagradables que le están invadiendo e ir elaborando poco a poco esa nueva vida de mamá.