“saliendo de un mar de dudas”
Últimamente me estoy encontrando con varias pacientes que vienen algo desorientadas a mi consulta. Es mi deseo tratar de aclarar algunas de las dudas más frecuentes en ellas.
Percibo de sus sensaciones, que les falta información y que este aspecto, junto con el bombardeo de comentarios de otras personas (generalmente ajenas a la Reproducción Asistida), les sumerge en un desmoralizante mar de dudas.
Cuando una mujer o pareja se pone en manos de los expertos de la Reproducción Asistida (R.A), necesitaría ser informada detalladamente de lo que va a significar el proceso en sí y de las repercusiones que éste ocasionará tanto a nivel físico como emocional.
Una de las principales cuestiones que se hacen las mujeres en el momento de iniciar el tto. médico, es si las hormonas serán perjudiciales para su salud o incluso para la salud del futuro bebé.
La evidencia científica demuestra que este tipo de medicamentos, que se manejan desde hace casi 40 años, son fármacos seguros y que su correcto empleo no supone mayor riesgo para la salud de las personas que los utilizan; en contraposición a lo que se comenta en algunos foros de internet (como yo misma he podido comprobar), no se ha demostrado que su uso ocasione la aparición de enfermedades como el cáncer.
Otra de las dudas que generan confusión en las pacientes de RA, es el desconocimiento de la técnica que se le va a aplicar, debido a la ardua terminología médica que se emplea en las unidades de Reproducción Humana y que en la mayoría de las ocasiones no va seguida de una explicación aclaratoria para la paciente.
Cuando las mujeres o las parejas acuden a la consulta de psicología, se muestran absolutamente desconcertadas, hablando de inseminación en la mayoría de los casos, aun cuando se vaya a realizar cualquier otro tipo de técnica de laboratorio como pueda ser FIV o ICSI. Parece que la palabra “inseminación” es la más conocida popularmente hablando y abarca todas estas técnicas, cuando en realidad es solamente una de las muchas que se utilizan en los tratamientos de Reproducción Asistida.
No es mi propósito que se dominen los términos de todas las técnicas de laboratorio, ni mucho menos, pero sí creo que es conveniente que las pacientes conozcan cuáles son los procedimientos que se van a seguir, porque comprender los pasos que van a ir dando, generará en ellas la sensación de que son agentes activos de su proceso, y no solo meras espectadoras.
Es fundamental para la salud mental de las pacientes, que participen activamente en los tratamientos, percibiendo que hay algo en sus manos que pueden hacer. De lo contrario aparecerá la denominada indefensión aprendida, que les puede conducir a la depresión.
Por lo tanto, si en algún momento sientes que te falta información, que necesitarías conocer más datos a cerca de tu proceso, no te quedes con la duda. Te animo a que preguntes a los profesionales de la salud. Son ellos los que mejor solucionarán tus dudas, la información que recibirás por parte de los expertos, será más fidedigna que la de cualquier foro colmado de comentarios cargados de subjetividad.
Y por último, te sugiero que una vez que hayas elegido el centro donde te vas a someter al tto., confíes en las manos en las que te estás poniendo. Confiar ciegamente puede resultar inicialmente complicado, el principal impedimento para conseguirlo es EL MIEDO. El miedo de haber acertado con la decisión de hacer el tto. en éste o en otro centro, el miedo a si funcionarán por fin las técnicas de RA, el miedo a cómo responderás a la medicación, el miedo a no conseguir tu propósito y por supuesto el miedo al fracaso.
El miedo paraliza y puede impedirte continuar en tu camino. Si tienes fe, es más fácil que el miedo desaparezca. Fe en los profesionales sanitarios, fe en tu cuerpo, fe en tu capacidad y sobre todo fe en ti como mujer.
No te castigues más… no te lo mereces. Tu bienestar es lo más importante, está por encima de cualquier cosa, incluso de lo que más deseas. Si tú no estás bien, lo demás no importa.
Sentirte bien contigo misma, amigarte con tus emociones, es el primer paso para tu recuperación.
Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.
Gracias por compartir.
Olivia de Prado
Glosario:
Inseminación Artificial: es la técnica que consiste en depositar los espermatozoides en la mujer, mediante instrumental especializado, implantándolos en el útero, con el fin de lograr la gestación.
Fecundación in vitro: el proceso implica el control hormonal de la ovulación, extrayendo varios ovocitos de los ovarios maternos, para permitir que sean fecundados por espermatozoides en un laboratorio, fuera del cuerpo materno. El ovocito fecundado puede entonces ser transferido al útero de la mujer, en vistas a que anide y se consiga un embarazo.
ICSI: el procedimiento es similar al anterior, contando con la diferencia de que la fecundación de un ovocito se lleva a cabo a través de una Inyección Intracitoplasmática de un espermatozoide, con el fin de obtener embriones que se transferirán al útero materno.
Indefensión aprendida: es la sensación subjetiva de no poder hacer nada. La percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación.
“saliendo de un mar de dudas”
Últimamente me estoy encontrando con varias pacientes que vienen algo desorientadas a mi consulta. Es mi deseo tratar de aclarar algunas de las dudas más frecuentes en ellas.
Percibo de sus sensaciones, que les falta información y que este aspecto, junto con el bombardeo de comentarios de otras personas (generalmente ajenas a la Reproducción Asistida), les sumerge en un desmoralizante mar de dudas.
Cuando una mujer o pareja se pone en manos de los expertos de la Reproducción Asistida (R.A), necesitaría ser informada detalladamente de lo que va a significar el proceso en sí y de las repercusiones que éste ocasionará tanto a nivel físico como emocional.
Una de las principales cuestiones que se hacen las mujeres en el momento de iniciar el tto. médico, es si las hormonas serán perjudiciales para su salud o incluso para la salud del futuro bebé.
La evidencia científica demuestra que este tipo de medicamentos, que se manejan desde hace casi 40 años, son fármacos seguros y que su correcto empleo no supone mayor riesgo para la salud de las personas que los utilizan; en contraposición a lo que se comenta en algunos foros de internet (como yo misma he podido comprobar), no se ha demostrado que su uso ocasione la aparición de enfermedades como el cáncer.
Otra de las dudas que generan confusión en las pacientes de RA, es el desconocimiento de la técnica que se le va a aplicar, debido a la ardua terminología médica que se emplea en las unidades de Reproducción Humana y que en la mayoría de las ocasiones no va seguida de una explicación aclaratoria para la paciente.
Cuando las mujeres o las parejas acuden a la consulta de psicología, se muestran absolutamente desconcertadas, hablando de inseminación en la mayoría de los casos, aun cuando se vaya a realizar cualquier otro tipo de técnica de laboratorio como pueda ser FIV o ICSI. Parece que la palabra “inseminación” es la más conocida popularmente hablando y abarca todas estas técnicas, cuando en realidad es solamente una de las muchas que se utilizan en los tratamientos de Reproducción Asistida.
No es mi propósito que se dominen los términos de todas las técnicas de laboratorio, ni mucho menos, pero sí creo que es conveniente que las pacientes conozcan cuáles son los procedimientos que se van a seguir, porque comprender los pasos que van a ir dando, generará en ellas la sensación de que son agentes activos de su proceso, y no solo meras espectadoras.
Es fundamental para la salud mental de las pacientes, que participen activamente en los tratamientos, percibiendo que hay algo en sus manos que pueden hacer. De lo contrario aparecerá la denominada indefensión aprendida, que les puede conducir a la depresión.
Por lo tanto, si en algún momento sientes que te falta información, que necesitarías conocer más datos a cerca de tu proceso, no te quedes con la duda. Te animo a que preguntes a los profesionales de la salud. Son ellos los que mejor solucionarán tus dudas, la información que recibirás por parte de los expertos, será más fidedigna que la de cualquier foro colmado de comentarios cargados de subjetividad.
Y por último, te sugiero que una vez que hayas elegido el centro donde te vas a someter al tto., confíes en las manos en las que te estás poniendo. Confiar ciegamente puede resultar inicialmente complicado, el principal impedimento para conseguirlo es EL MIEDO. El miedo de haber acertado con la decisión de hacer el tto. en éste o en otro centro, el miedo a si funcionarán por fin las técnicas de RA, el miedo a cómo responderás a la medicación, el miedo a no conseguir tu propósito y por supuesto el miedo al fracaso.
El miedo paraliza y puede impedirte continuar en tu camino. Si tienes fe, es más fácil que el miedo desaparezca. Fe en los profesionales sanitarios, fe en tu cuerpo, fe en tu capacidad y sobre todo fe en ti como mujer.
No te castigues más… no te lo mereces. Tu bienestar es lo más importante, está por encima de cualquier cosa, incluso de lo que más deseas. Si tú no estás bien, lo demás no importa.
Sentirte bien contigo misma, amigarte con tus emociones, es el primer paso para tu recuperación.
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Gracias por compartir.
Olivia de Prado
Glosario:
Inseminación Artificial: es la técnica que consiste en depositar los espermatozoides en la mujer, mediante instrumental especializado, implantándolos en el útero, con el fin de lograr la gestación.
Fecundación in vitro: el proceso implica el control hormonal de la ovulación, extrayendo varios ovocitos de los ovarios maternos, para permitir que sean fecundados por espermatozoides en un laboratorio, fuera del cuerpo materno. El ovocito fecundado puede entonces ser transferido al útero de la mujer, en vistas a que anide y se consiga un embarazo.
ICSI: el procedimiento es similar al anterior, contando con la diferencia de que la fecundación de un ovocito se lleva a cabo a través de una Inyección Intracitoplasmática de un espermatozoide, con el fin de obtener embriones que se transferirán al útero materno.
Indefensión aprendida: es la sensación subjetiva de no poder hacer nada. La percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación.