Olivia de Prado

si piensas que aún no ha llegado el momento…

congelacion ovocitosSI PIENSAS QUE AUN NO HA LLEGADO EL MOMENTO, PERO TIENES CLARO QUE QUIERES TENER UN HIJO, NO ESPERES, CUENTAS CON LA POSIBILIDAD DE CONGELAR TUS OVULOS.

Aunque parezca que te estoy hablando de cosas que sólo suceden en las películas de ficción, hoy en día la criopreservación es una realidad.

Cuando tienes alrededor de 30 años y alguien te habla de tener hijos, lo más seguro es que le mires con cara de susto y le digas que lo último en lo que estás pensando es en tener un hijo. Que estás centrada en tu profesión, en pasar tiempo con tus amigos y amigas, en viajar, en disfrutar con tu pareja en caso de que la tengas, o en buscar una pareja si aún no has conocido a la persona con la que te apeteciera compartir tu vida. Y estás en tu derecho, pero me gustaría que supieras a las cuestiones que te enfrentas. Quiero que tengas toda la información en tu mano y entonces tomes las decisiones oportunas…

¿Sabías que la fertilidad empieza a declinar a partir de los 30 años, la caída se hace más pronunciada a partir de los 35, y que a partir de esa edad cada año continúa decayendo gradualmente?

Si tienes menos de 35 años y aún no sientes que haya llegado tu momento para tener un bebé a corto plazo, mi recomendación antes de que cumplas los 35 es que congeles tus óvulos y podrás disponer de ellos en el momento que quieras en sus plenas facultades.

La vitrificación permite a las mujeres alcanzar la madurez sin experimentar una disminución significativa en la capacidad para concebir.

El deseo de quedar embarazada a partir de los 40 años no solo implica baja posibilidad de éxito, sino también un aumento del riesgo de padecer dolencias maternas durante el embarazo, como la preclamsia, hipertensión, diabetes, al igual que anomalías cromosómicas fetales y perdidas de embarazo.

Una mujer de 30 años sana y fértil tiene una probabilidad de un 20% de quedar embarazada en cada intento. A la edad de 40 años la probabilidad es inferior al 5% por ciclo.
Posiblemente cuando hayas cumplido 40 años, tus óvulos ya no tengan la capacidad para poder gestar un hijo sano.

La pérdida de la fertilidad femenina relacionada con la edad se debe a que tanto la calidad como la cantidad de óvulos disminuyen gradualmente. La mala calidad de los óvulos da lugar a embriones con un desequilibrio cromosómico que impiden la evolución del embarazo y provocarían un aborto espontáneo. En cuanto a la cantidad, la mujer comienza a perder reserva ovárica antes de volverse estériles y antes de tener periodos irregulares.

Por otro lado, la vitrificación de ovocitos es hoy en día la opción más viable para la preservación de la fertilidad en mujeres que deben someterse a tratamientos de quimioterapia y radioterapia. En estos casos ha de valorarse la estimulación ovárica necesaria para la vitrificación dependiendo del tipo de cáncer y sobretodo ésta ha de ser supervisada por el oncólogo.

Por todo esto que te cuento, me gustaría que valoraras tus posibilidades, y que puedas tomar las decisiones con conocimiento de causa.
Si no conoces toda esta información, puede que cuando quieras ponerte a ello, ya sea demasiado tarde.

Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.

Gracias por compartir.

Olivia de Prado

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congelacion ovocitosSI PIENSAS QUE AUN NO HA LLEGADO EL MOMENTO, PERO TIENES CLARO QUE QUIERES TENER UN HIJO, NO ESPERES, CUENTAS CON LA POSIBILIDAD DE CONGELAR TUS OVULOS.

Aunque parezca que te estoy hablando de cosas que sólo suceden en las películas de ficción, hoy en día la criopreservación es una realidad.

Cuando tienes alrededor de 30 años y alguien te habla de tener hijos, lo más seguro es que le mires con cara de susto y le digas que lo último en lo que estás pensando es en tener un hijo. Que estás centrada en tu profesión, en pasar tiempo con tus amigos y amigas, en viajar, en disfrutar con tu pareja en caso de que la tengas, o en buscar una pareja si aún no has conocido a la persona con la que te apeteciera compartir tu vida. Y estás en tu derecho, pero me gustaría que supieras a las cuestiones que te enfrentas. Quiero que tengas toda la información en tu mano y entonces tomes las decisiones oportunas…

¿Sabías que la fertilidad empieza a declinar a partir de los 30 años, la caída se hace más pronunciada a partir de los 35, y que a partir de esa edad cada año continúa decayendo gradualmente?

Si tienes menos de 35 años y aún no sientes que haya llegado tu momento para tener un bebé a corto plazo, mi recomendación antes de que cumplas los 35 es que congeles tus óvulos y podrás disponer de ellos en el momento que quieras en sus plenas facultades.

La vitrificación permite a las mujeres alcanzar la madurez sin experimentar una disminución significativa en la capacidad para concebir.

El deseo de quedar embarazada a partir de los 40 años no solo implica baja posibilidad de éxito, sino también un aumento del riesgo de padecer dolencias maternas durante el embarazo, como la preclamsia, hipertensión, diabetes, al igual que anomalías cromosómicas fetales y perdidas de embarazo.

Una mujer de 30 años sana y fértil tiene una probabilidad de un 20% de quedar embarazada en cada intento. A la edad de 40 años la probabilidad es inferior al 5% por ciclo.
Posiblemente cuando hayas cumplido 40 años, tus óvulos ya no tengan la capacidad para poder gestar un hijo sano.

La pérdida de la fertilidad femenina relacionada con la edad se debe a que tanto la calidad como la cantidad de óvulos disminuyen gradualmente. La mala calidad de los óvulos da lugar a embriones con un desequilibrio cromosómico que impiden la evolución del embarazo y provocarían un aborto espontáneo. En cuanto a la cantidad, la mujer comienza a perder reserva ovárica antes de volverse estériles y antes de tener periodos irregulares.

Por otro lado, la vitrificación de ovocitos es hoy en día la opción más viable para la preservación de la fertilidad en mujeres que deben someterse a tratamientos de quimioterapia y radioterapia. En estos casos ha de valorarse la estimulación ovárica necesaria para la vitrificación dependiendo del tipo de cáncer y sobretodo ésta ha de ser supervisada por el oncólogo.

Por todo esto que te cuento, me gustaría que valoraras tus posibilidades, y que puedas tomar las decisiones con conocimiento de causa.
Si no conoces toda esta información, puede que cuando quieras ponerte a ello, ya sea demasiado tarde.

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