” tomarse la noticia con precaución” (el embarazo)
En las últimas semanas, he recibido en la consulta a diversas mujeres que han conseguido su tan esperado “positivo” en Reproducción Asistida, afrontando con desconfianza la nueva etapa en la que se encuentran. Este aspecto me ha hecho reflexionar; no sólo trayéndome al recuerdo sentimientos y emociones que viví como paciente; sino también desde un punto de vista profesional.
¿Cuándo debería empezar a trabajar en los aspectos emocionales el equipo multidisciplinar de los servicios de Reproducción Asistida (ginecología, enfermería y psicología), con las mujeres o parejas usuarias de este tipo de técnicas?
El obstetra o la matrona abordan el área prenatal, controlando en la mujer la presión arterial, el aumento de peso, los latidos cardiacos, en definitiva todo lo que está relacionado con lo fisiológico; cuidar el estado emocional y psicológico de una mujer que quiere quedarse embarazada o ya lo está, es tan importante para su salud y la del futuro bebé, como atender su estado físico.
La mujer llega al embarazo con una historia previa. Dependiendo de lo que le haya supuesto quedarse embarazada, habrá soportado mayor o menor desgaste psicológico (pincha aquí). Es evidente que estos antecedentes van a repercutir en el embarazo, y a veces, demasiada presión acumulada puede provocar un desajuste emocional.
Un embarazo en Reproducción Asistida es un embarazo muy buscado a la vez que deseado. Por este motivo y por el historial que llevamos detrás las pacientes de Reproducción Asistida, es necesario atender a las cuestiones emocionales desde el momento en que se comunica la noticia del embarazo que acaba de comenzar.
Los sanitarios frecuentemente piden prudencia a la mujer o a la pareja que ha conseguido un “positivo” tras un TRA (tratamiento de Reproducción Asistida), porque aún es pronto para saber cómo evolucionará el embarazo y si éste llegará a término.
Esta petición de “tomarse la noticia con precaución” genera sentimientos ambiguos en la pareja. Por una parte, están muy ilusionados por haber conseguido al fin el tan deseado embarazo, después de la dura búsqueda de su hijo durante meses o incluso años. Y por otra parte, surge el miedo a perder lo que tanto les ha costado conseguir. Y ese temor cobra mayor relevancia cuando es transmitido mediante advertencias por parte de los profesionales sanitarios.
¿Hasta que punto son contraproducentes estas recomendaciones para la salud mental de las embarazadas? ¿ Cómo debería ser comunicada la noticia?
¿Acaso avisarles de que puede que el embarazo no siga su curso, va a cambiar la manera en que van a afrontar la situación?
¿Por el mero hecho de ponerles en sobre aviso van a sufrir menos en caso de que tengan un aborto espontáneo?
¿Hasta qué punto afectan al vinculo que se crea entre la mama y el bebé?
Todas estas cuestiones las dejo en el aire, para poder reflexionar sobre ellas… e incluso tratarlas en otros post más adelante.
Soy consciente de que el motivo por el que se les sugiere cautela a las pacientes de RA es por el hecho de conocer con tanta premura el embarazo. Ya que al ser tan temprano, el embrión implantado puede evolucionar favorablemente o no.
Desde mi punto de vista, generan alarma en la mujer embarazada y en su pareja, en caso de que la tenga, y ocasiona cierta distancia emocional con el embarazo y el futuro bebé, por miedo a perderlo.
Esta incertidumbre a su vez provoca la aparición de síntomas ansiosos y estrés (pincha aquí), que no son nada favorables para el bienestar de la futura mamá.
En estos casos en los que una mujer embarazada sufre de ansiedad saltan las alarmas a su alrededor, y la gestante recibe declaraciones de este tipo: «El estado emocional de la madre afecta al desarrollo del feto, va a repercutir en el estado del bebé y, por tanto, en su desarrollo social, cognitivo y emocional».
Cierto es que el estado emocional de la madre influye en el bebé que lleva en su vientre, pero sería importante transmitir esta información con prudencia de forma que no suene amenazante ni ocasione malestar a nivel emocional en la gestante, ya que puede hacerle sentir culpable por padecer ansiedad, y sobré cómo este hecho influirá en el desarrollo de su bebe.
El embarazo cambia la vida de la mujer y es esencial adaptarse a este acontecimiento. Sería favorable trabajar todos estos aspectos durante los tratamientos de Reproducción Asistida, antes de que se produzca el embarazo, con el fin de llegar a esta etapa con las herramientas necesarias que le permitan manejar este tipo de situaciones.
Son diferentes las etapas por las que la mujer embarazada transita:
Durante el primer trimestre las gestantes suelen preocuparse por cuestiones como el aborto espontáneo (pincha aquí) y la salud del feto.
Se presentan sentimientos contradictorios y ambivalentes: por una parte, una fuerte emoción positiva hacia el deseo del hijo y por otra una gran preocupación por el estado de salud propio y del futuro bebé.
Lo importante en esta etapa es darse tiempo para adaptarse y afrontar positivamente la nueva situación y contar con el apoyo tanto de la pareja, si es que se tiene, como de la familia y amigos, además de seguir las prescripciones médicas y los controles prenatales.
Durante el tercer trimestre suele ser predominante el miedo al parto y al afrontamiento de la futura maternidad y crianza del bebé. El parto es un momento delicado de transición en el que pueden surgir complicaciones. Una adecuada preparación para este momento a nivel físico (por ejemplo, ejercicios adaptados al embarazo de yoga o pilates) y mental (educación maternal incluyendo técnicas de relajación, autoeficacia y autocontrol) es fundamental.
Por tanto, el trabajo a nivel emocional con las mujeres es una labor continua, que comienza en el momento en que deciden tener familia, hasta más allá del nacimiento de sus bebés.
Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en las redes sociales.
Gracias por compartir.
Olivia de Prado
1 comentario en “” tomarse la noticia con precaución” (el embarazo)”
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” tomarse la noticia con precaución” (el embarazo)
En las últimas semanas, he recibido en la consulta a diversas mujeres que han conseguido su tan esperado “positivo” en Reproducción Asistida, afrontando con desconfianza la nueva etapa en la que se encuentran. Este aspecto me ha hecho reflexionar; no sólo trayéndome al recuerdo sentimientos y emociones que viví como paciente; sino también desde un punto de vista profesional.
¿Cuándo debería empezar a trabajar en los aspectos emocionales el equipo multidisciplinar de los servicios de Reproducción Asistida (ginecología, enfermería y psicología), con las mujeres o parejas usuarias de este tipo de técnicas?
El obstetra o la matrona abordan el área prenatal, controlando en la mujer la presión arterial, el aumento de peso, los latidos cardiacos, en definitiva todo lo que está relacionado con lo fisiológico; cuidar el estado emocional y psicológico de una mujer que quiere quedarse embarazada o ya lo está, es tan importante para su salud y la del futuro bebé, como atender su estado físico.
La mujer llega al embarazo con una historia previa. Dependiendo de lo que le haya supuesto quedarse embarazada, habrá soportado mayor o menor desgaste psicológico (pincha aquí). Es evidente que estos antecedentes van a repercutir en el embarazo, y a veces, demasiada presión acumulada puede provocar un desajuste emocional.
Un embarazo en Reproducción Asistida es un embarazo muy buscado a la vez que deseado. Por este motivo y por el historial que llevamos detrás las pacientes de Reproducción Asistida, es necesario atender a las cuestiones emocionales desde el momento en que se comunica la noticia del embarazo que acaba de comenzar.
Los sanitarios frecuentemente piden prudencia a la mujer o a la pareja que ha conseguido un “positivo” tras un TRA (tratamiento de Reproducción Asistida), porque aún es pronto para saber cómo evolucionará el embarazo y si éste llegará a término.
Esta petición de “tomarse la noticia con precaución” genera sentimientos ambiguos en la pareja. Por una parte, están muy ilusionados por haber conseguido al fin el tan deseado embarazo, después de la dura búsqueda de su hijo durante meses o incluso años. Y por otra parte, surge el miedo a perder lo que tanto les ha costado conseguir. Y ese temor cobra mayor relevancia cuando es transmitido mediante advertencias por parte de los profesionales sanitarios.
¿Hasta que punto son contraproducentes estas recomendaciones para la salud mental de las embarazadas? ¿ Cómo debería ser comunicada la noticia?
¿Acaso avisarles de que puede que el embarazo no siga su curso, va a cambiar la manera en que van a afrontar la situación?
¿Por el mero hecho de ponerles en sobre aviso van a sufrir menos en caso de que tengan un aborto espontáneo?
¿Hasta qué punto afectan al vinculo que se crea entre la mama y el bebé?
Todas estas cuestiones las dejo en el aire, para poder reflexionar sobre ellas… e incluso tratarlas en otros post más adelante.
Soy consciente de que el motivo por el que se les sugiere cautela a las pacientes de RA es por el hecho de conocer con tanta premura el embarazo. Ya que al ser tan temprano, el embrión implantado puede evolucionar favorablemente o no.
Desde mi punto de vista, generan alarma en la mujer embarazada y en su pareja, en caso de que la tenga, y ocasiona cierta distancia emocional con el embarazo y el futuro bebé, por miedo a perderlo.
Esta incertidumbre a su vez provoca la aparición de síntomas ansiosos y estrés (pincha aquí), que no son nada favorables para el bienestar de la futura mamá.
En estos casos en los que una mujer embarazada sufre de ansiedad saltan las alarmas a su alrededor, y la gestante recibe declaraciones de este tipo: «El estado emocional de la madre afecta al desarrollo del feto, va a repercutir en el estado del bebé y, por tanto, en su desarrollo social, cognitivo y emocional».
Cierto es que el estado emocional de la madre influye en el bebé que lleva en su vientre, pero sería importante transmitir esta información con prudencia de forma que no suene amenazante ni ocasione malestar a nivel emocional en la gestante, ya que puede hacerle sentir culpable por padecer ansiedad, y sobré cómo este hecho influirá en el desarrollo de su bebe.
El embarazo cambia la vida de la mujer y es esencial adaptarse a este acontecimiento. Sería favorable trabajar todos estos aspectos durante los tratamientos de Reproducción Asistida, antes de que se produzca el embarazo, con el fin de llegar a esta etapa con las herramientas necesarias que le permitan manejar este tipo de situaciones.
Son diferentes las etapas por las que la mujer embarazada transita:
Durante el primer trimestre las gestantes suelen preocuparse por cuestiones como el aborto espontáneo (pincha aquí) y la salud del feto.
Se presentan sentimientos contradictorios y ambivalentes: por una parte, una fuerte emoción positiva hacia el deseo del hijo y por otra una gran preocupación por el estado de salud propio y del futuro bebé.
Lo importante en esta etapa es darse tiempo para adaptarse y afrontar positivamente la nueva situación y contar con el apoyo tanto de la pareja, si es que se tiene, como de la familia y amigos, además de seguir las prescripciones médicas y los controles prenatales.
Durante el tercer trimestre suele ser predominante el miedo al parto y al afrontamiento de la futura maternidad y crianza del bebé. El parto es un momento delicado de transición en el que pueden surgir complicaciones. Una adecuada preparación para este momento a nivel físico (por ejemplo, ejercicios adaptados al embarazo de yoga o pilates) y mental (educación maternal incluyendo técnicas de relajación, autoeficacia y autocontrol) es fundamental.
Por tanto, el trabajo a nivel emocional con las mujeres es una labor continua, que comienza en el momento en que deciden tener familia, hasta más allá del nacimiento de sus bebés.
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Gracias por compartir.
Olivia de Prado
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