Cuando pasas de cierta edad o cuando parece que según “las normas de la sociedad” deberías haber tenido hijos, hay personas que comienzan a soltar un sinfín de comentarios indiscretos por su boca.

No entiendo por qué motivo algunas personas tienen ese afán por preguntar “¿y tú para cuándo?”. No se sabe lo que hay detrás de una pareja o persona sola que aún no ha tenido hijos. Puede ser que no esté dentro de sus planes formar una familia. “¡Señores, no es una obligación hacerlo!”; Puede que no sea el momento para hacerlo por motivos económicos, laborales, de salud… ; Puede que lleven tiempo intentándolo, pero no llegue…; Puede que hayan sufrido un aborto y estén en periodo de recuperación… Pueden ser multitud de circunstancias, pero ninguna de ellas es de su incumbencia.

Supongo que, si ellas supieran todo lo que a ti te afectan este tipo de preguntas, no las harían. Entonces, ¿por qué no hacérselo saber?

Te sugiero que si algún comentario o pregunta te resulta indiscreto o dañino, lo hables abiertamente con la persona que lo emite, para que por una parte, ella se dé cuenta de que tal vez hubiera sido mejor quedarse calladita, o simplemente por preservar tu salud mental.

¿Por qué te tienes que ir a casa con el “come-come” pensando “¿y si le hubiera dicho tal cosa o la otra?”?. No le des más vueltas innecesarias a la cabeza. Sé sincera, directa y da la cara.

¿Cuantas veces has tenido que oír frases como: “relájate, ya verás como cuando te relajes, te quedarás embarazada”, “es que estás muy nerviosa y con esos nervios es muy difícil que te quedes embarazada”, “vete de vacaciones y tomate un par de copas y verás cómo vuelves embarazada”, “no pienses en ello y en el momento menos pensado llegará”?
Por no hablar de los inoportunos comentarios como: “lo bueno se hace esperar”, “¿ya le estáis poniendo ganas?”, “es que mi marido donde pone el ojo…”, “yo es que es bajarme las bragas y quedarme embarazada” ….

Soy consciente de que todas estas palabras son inocentes, pero para las personas que están pasando por un proceso de infertilidad son muy dañinas.

Una mujer en la consulta me comentaba lo siguiente:

“A mí también me ocurrió. Al principio lo dejaba pasar, e intentaba que no me afectara, pero a medida que fue pasando el tiempo y las frases se repetían, fui preparándome algunas respuestas para poder hacer frente a ese gran malestar que me provocaban.
Recuerdo un gran momento, en una comida con personas bastante cercanas y que conocían de sobra mi situación (ya había pasado por varios tratamientos fallidos), cómo una de ellas me comentó “estoy preocupada porque tengo un retraso importante y no sé si estoy embarazada. Yo ya no quiero tener más hijos. ¡Además, no me explico cómo ha podido ser porque mi marido tiene hecha la vasectomía!”
Mi cara debió ser un poema, pero ella estaba tan preocupara por aparentar estar preocupada por su situación que no sé si llegó a darse cuenta. Como no era la primera vez que tenía que oír comentarios de ese tipo por su parte, puesto que eran de los que nos decían continuamente que ellos se habían quedado a la primera, le recomendé que con su edad pasada de los cuarenta y tantos y más teniendo en cuenta lo de la vasectomía de su marido, hiciera una visita a su ginecólogo para que le hiciera un reconocimiento porque me olía a los primeros síntomas de la peri menopausia.”

Como te decía, cada una tenemos que buscar nuestros recursos para poder salir airosas de esas situaciones, más que nada por nuestro bienestar mental. Puedes prepararte unas frases para cada una de las preguntas, siempre desde el respeto.

Seguramente que con tu sinceridad y asertividad estas personas se den cuenta y dejen de hacer ese tipo de comentarios, no sólo por ti sino también por todas aquellas personas que estén pasando por una situación de características similares.

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Gracias por compartir.

Olivia de Prado