Olivia de Prado

¿Has sufrido un ataque de PANICO durante el confinamiento?

 

…Un sábado por la tarde, Julia se encontraba en el sofá de su casa viendo una película junto a su pareja, cuando de pronto comenzó a notar sensaciones extrañas que nunca antes había sentido. Taquicardias, temblores en todo el cuerpo, una intensa sensación de angustia y el pensamiento aterrador «¡voy a morir!».

…Una mañana cuando Mario se encontraba preparando su reunión online, sintió una extraña sensación de asfixia, sudoración, y hormigueo en las piernas.

…Cuando Natalia se disponía a coger el carro de la compra para salir de casa a hacer los recados, sintió un fuerte dolor en el pecho, mareo y palpitaciones.

Todos trataron de calmarse, pero la ansiedad y el miedo irracional se apoderaron de ellos en cuestión de segundos. Les resultó imposible tranquilizarse, y en un acto casi instintivo, todos y cada uno de ellos corrieron a pedir algún tipo de ayuda.

Al cabo de uno minutos, Julia, Mario y Natalia sentían cómo esa sensación de angustia iba descendiendo, cómo los latidos del corazón se iban regulando y como sus ideas se iban aclarando.

Esos momentos marcaron un antes y un después en sus vidas. Ninguno de ellos comprendía en ese momento qué les estaba pasando, pero vieron como esos sucesos se fueron manifestando reiteradamente hasta al punto de impedirles realizar sus tareas cotidianas.

Sentían miedo de que este acontecimiento se volviera a repetir de manera tan inesperada.

¿Qué son las crisis de ansiedad?

El principal motivo de consulta de las últimas semanas, están siendo las crisis de Ansiedad o los ataques de pánico.

Es muy frecuente que, ante una situación novedosa y de incertidumbre, se desencadene de manera automática un cierto nivel de Ansiedad.

La Ansiedad en sí no es perjudicial, siempre existe cierto grado de ansiedad, que en cierta medida es adaptativa, pero cuando ésta se mantiene en el tiempo, empieza a ser perjudicial para nuestra salud física y mental. Los dos principales factores que influyen en la aparición de un desajuste emocional son: el tiempo que la Ansiedad dure y la intensidad con que se manifieste.

Por tanto, no es de extrañar que, debido a esta situación actual en la que nos encontramos, miles de personas en todo el mundo, estén experimentando este tipo de sintomatología ansiosa.

En la primera consulta y después de escuchar sus relatos, les comento a mis pacientes que lo que están sintiendo en esos momentos de desconcierto es un ataque de pánico en toda regla.

En Salud mental se ha reportado un aumento en los casos de ataque de pánico o crisis de angustia a lo largo de estas últimas semanas, después de la situación de confinamiento domiciliario.

¿Como reconocer un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es aquella crisis donde la persona experimenta elevados niveles de angustia y ansiedad con intensos pensamientos aterradores de que algo grave puede ocurrir.

Es una respuesta normal en el cuerpo ante una situación desconocida o novedosa, pero agravada por un miedo absolutamente irracional.

Síntomas

Algunas personas confunden la sintomatología que desencadena un ataque de pánico con un infarto cardiaco, por este motivo muchas veces acuden a los servicios de urgencias. La gran mayoría se sorprenden cuando, despues de una exploración, les dicen que lo que tienen es Ansiedad y que ha sufrido un ataque de pánico.

Las personas que tienen una crisis de angustia, poseen una sensación de desastre inminente, sensación que alcanza su máximo en cuestión de minutos y durante este tiempo presentan algunos de estos síntomas físicos y psicológicos.

Físicos:

  • Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de ahogo o asfixia
  • Dolor o malestar en el pecho
  • Náuseas o malestar abdominal
  • Sensación de mareo o de desmayo
  • Ráfagas de calor o escalofríos
  • Entumecimiento o hormigueo

Psicológicos:

  • Sensación de irrealidad o de sentirse separado de uno mismo
  • Miedo a perder el control o a volverse loco
  • Miedo a morir
  • Desconcierto
  • Confusión

Los ataques de pánico no se pueden predecir, dando como resultado una sensación de falta de control, que genera a su vez mayor ansiedad. En la mayoría de las ocasiones, las conductas que se toman para intentar resolver la situación, pueden empeorar el malestar, al mismo tiempo que incrementan el sentimiento de indefensión.

Muchas personas solo con recordar algún ataque que han experimentado en el pasado, pueden sugestionarse hasta el punto de desarrollar otra crisis de angustia. La gran mayoría vive el día a día con una excesiva preocupación por sufrir algún ataque en cualquier momento, trayendo esto a su vida un sufrimiento psicológico y emocional permanente.

Hay algunas directrices que pueden ayudar a las personas que sufren estos episodios, a sobrellevarlos y no salir tan frustrados en el intento. La idea principal que hay que tener clara en estos casos es que, no hay que luchar contra el ataque de pánico, sino que hay que dejarlo estar. Por mucho que uno se resista al ataque de pánico, éste va a ocurrir, así que nuestro objetivo no debe ser pararlo, ni evitarlo, sino acompañarlo.

A continuación, os expongo una serie de pautas dirigidas a afrontar estas situaciones de crisis, propuestas por un grupo de psicólogos.

Las diez reglas para afrontar el pánico de Mathews et al.1981, son las siguientes:

  • Recuerda que las sensaciones no son más que una exageración de las reacciones corporales normales al estrés.
  •  No son, en absoluto, perjudiciales ni peligrosas; solamente desagradables. No sucederá nada peor.
  •  Deja de aumentar el pánico con pensamientos atemorizantes sobre lo que está sucediendo y a dónde podría conducir.
  •  Observa lo que está sucediendo en tu cuerpo realmente ahora, no lo que temes que pudiera pasar.
  •  Espera y deja tiempo al miedo para que pase. No luches en contra, ni huyas de él. Simplemente acéptalo.
  • Observa que cuando dejas de aumentarlo al añadir pensamientos atemorizantes, el miedo comienza a desaparecer por sí mismo.
  • Recuerda que el objetivo fundamental de la práctica es cómo afrontar el miedo sin evitarlo. Por tanto, ésta es una oportunidad de progresar.
  • Piensa en el avance que has conseguido hasta ahora, a pesar de todas las dificultades. Piensa en lo satisfecho que estará cuando lo consiga esta vez.
  • Cuando comience a sentirse mejor, mire a su alrededor y empiece a planear qué va a hacer a continuación.
  • Cuando estés preparado para continuar, comienza de forma tranquila y relajada. No hay necesidad de esfuerzo, ni prisas.

En estos días que estoy tratando este tipo de patologías con muchos de mis pacientes, les sugiero una serie de recomendaciones que os relato a continuación, por si os puede servir como guía de actuación.

Primero evalúo la intensidad de su sintomatología, para ver hasta qué punto está interfiriendo en sus vidas, y en caso de que sea muy incapacitante y se sientan desbordados o muy ansiosos, les aconsejo consultar telefónicamente con su médico de atención primaria, para que valore la posibilidad de prescribir de manera temporal algún fármaco que les ayude a controlar los síntomas de Ansiedad. Siempre bajo prescripción de un facultativo y realizando un seguimiento por su parte. Nunca se debe iniciar un tratamiento con un ansiolítico de manera individual, ya que tienen un potente poder adictivo.

Por otra parte, en la consulta, inicio junto con los pacientes el trabajo en psicoterapia. Planteamos conjuntamente unos objetivos y elaboramos un plan de intervención donde se les sugiere diferentes formas de afrontar una crisis de pánico y enfrentarse a cualquier situación temida, con herramientas y recursos para minimizar la Ansiedad.

Desde hace tiempo trabajo en colaboración con otros profesionales que utilizan otro tipo de técnicas como Yoga, Mindfulness o Meditación, que pueden complementar el tratamiento psicológico. Aunque escapen del campo científico pueden ser consideradas si el paciente se encuentra a gusto practicándolas.

En caso de que te sientas identidicad@ con estos síntomas, o conozcas a alguna persona que requiera asistencia psicológica por estos motivos, puedes consultar conmigo a través de teléfono o email.

Si crees que este post puede ayudar a otras personas, puedes compartirlo en redes sociales.

Gracias por compatir.

Olivia

 

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¿Has sufrido un ataque de PANICO durante el confinamiento?

 

…Un sábado por la tarde, Julia se encontraba en el sofá de su casa viendo una película junto a su pareja, cuando de pronto comenzó a notar sensaciones extrañas que nunca antes había sentido. Taquicardias, temblores en todo el cuerpo, una intensa sensación de angustia y el pensamiento aterrador «¡voy a morir!».

…Una mañana cuando Mario se encontraba preparando su reunión online, sintió una extraña sensación de asfixia, sudoración, y hormigueo en las piernas.

…Cuando Natalia se disponía a coger el carro de la compra para salir de casa a hacer los recados, sintió un fuerte dolor en el pecho, mareo y palpitaciones.

Todos trataron de calmarse, pero la ansiedad y el miedo irracional se apoderaron de ellos en cuestión de segundos. Les resultó imposible tranquilizarse, y en un acto casi instintivo, todos y cada uno de ellos corrieron a pedir algún tipo de ayuda.

Al cabo de uno minutos, Julia, Mario y Natalia sentían cómo esa sensación de angustia iba descendiendo, cómo los latidos del corazón se iban regulando y como sus ideas se iban aclarando.

Esos momentos marcaron un antes y un después en sus vidas. Ninguno de ellos comprendía en ese momento qué les estaba pasando, pero vieron como esos sucesos se fueron manifestando reiteradamente hasta al punto de impedirles realizar sus tareas cotidianas.

Sentían miedo de que este acontecimiento se volviera a repetir de manera tan inesperada.

¿Qué son las crisis de ansiedad?

El principal motivo de consulta de las últimas semanas, están siendo las crisis de Ansiedad o los ataques de pánico.

Es muy frecuente que, ante una situación novedosa y de incertidumbre, se desencadene de manera automática un cierto nivel de Ansiedad.

La Ansiedad en sí no es perjudicial, siempre existe cierto grado de ansiedad, que en cierta medida es adaptativa, pero cuando ésta se mantiene en el tiempo, empieza a ser perjudicial para nuestra salud física y mental. Los dos principales factores que influyen en la aparición de un desajuste emocional son: el tiempo que la Ansiedad dure y la intensidad con que se manifieste.

Por tanto, no es de extrañar que, debido a esta situación actual en la que nos encontramos, miles de personas en todo el mundo, estén experimentando este tipo de sintomatología ansiosa.

En la primera consulta y después de escuchar sus relatos, les comento a mis pacientes que lo que están sintiendo en esos momentos de desconcierto es un ataque de pánico en toda regla.

En Salud mental se ha reportado un aumento en los casos de ataque de pánico o crisis de angustia a lo largo de estas últimas semanas, después de la situación de confinamiento domiciliario.

¿Como reconocer un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es aquella crisis donde la persona experimenta elevados niveles de angustia y ansiedad con intensos pensamientos aterradores de que algo grave puede ocurrir.

Es una respuesta normal en el cuerpo ante una situación desconocida o novedosa, pero agravada por un miedo absolutamente irracional.

Síntomas

Algunas personas confunden la sintomatología que desencadena un ataque de pánico con un infarto cardiaco, por este motivo muchas veces acuden a los servicios de urgencias. La gran mayoría se sorprenden cuando, despues de una exploración, les dicen que lo que tienen es Ansiedad y que ha sufrido un ataque de pánico.

Las personas que tienen una crisis de angustia, poseen una sensación de desastre inminente, sensación que alcanza su máximo en cuestión de minutos y durante este tiempo presentan algunos de estos síntomas físicos y psicológicos.

Físicos:

  • Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de ahogo o asfixia
  • Dolor o malestar en el pecho
  • Náuseas o malestar abdominal
  • Sensación de mareo o de desmayo
  • Ráfagas de calor o escalofríos
  • Entumecimiento o hormigueo

Psicológicos:

  • Sensación de irrealidad o de sentirse separado de uno mismo
  • Miedo a perder el control o a volverse loco
  • Miedo a morir
  • Desconcierto
  • Confusión

Los ataques de pánico no se pueden predecir, dando como resultado una sensación de falta de control, que genera a su vez mayor ansiedad. En la mayoría de las ocasiones, las conductas que se toman para intentar resolver la situación, pueden empeorar el malestar, al mismo tiempo que incrementan el sentimiento de indefensión.

Muchas personas solo con recordar algún ataque que han experimentado en el pasado, pueden sugestionarse hasta el punto de desarrollar otra crisis de angustia. La gran mayoría vive el día a día con una excesiva preocupación por sufrir algún ataque en cualquier momento, trayendo esto a su vida un sufrimiento psicológico y emocional permanente.

Hay algunas directrices que pueden ayudar a las personas que sufren estos episodios, a sobrellevarlos y no salir tan frustrados en el intento. La idea principal que hay que tener clara en estos casos es que, no hay que luchar contra el ataque de pánico, sino que hay que dejarlo estar. Por mucho que uno se resista al ataque de pánico, éste va a ocurrir, así que nuestro objetivo no debe ser pararlo, ni evitarlo, sino acompañarlo.

A continuación, os expongo una serie de pautas dirigidas a afrontar estas situaciones de crisis, propuestas por un grupo de psicólogos.

Las diez reglas para afrontar el pánico de Mathews et al.1981, son las siguientes:

  • Recuerda que las sensaciones no son más que una exageración de las reacciones corporales normales al estrés.
  •  No son, en absoluto, perjudiciales ni peligrosas; solamente desagradables. No sucederá nada peor.
  •  Deja de aumentar el pánico con pensamientos atemorizantes sobre lo que está sucediendo y a dónde podría conducir.
  •  Observa lo que está sucediendo en tu cuerpo realmente ahora, no lo que temes que pudiera pasar.
  •  Espera y deja tiempo al miedo para que pase. No luches en contra, ni huyas de él. Simplemente acéptalo.
  • Observa que cuando dejas de aumentarlo al añadir pensamientos atemorizantes, el miedo comienza a desaparecer por sí mismo.
  • Recuerda que el objetivo fundamental de la práctica es cómo afrontar el miedo sin evitarlo. Por tanto, ésta es una oportunidad de progresar.
  • Piensa en el avance que has conseguido hasta ahora, a pesar de todas las dificultades. Piensa en lo satisfecho que estará cuando lo consiga esta vez.
  • Cuando comience a sentirse mejor, mire a su alrededor y empiece a planear qué va a hacer a continuación.
  • Cuando estés preparado para continuar, comienza de forma tranquila y relajada. No hay necesidad de esfuerzo, ni prisas.

En estos días que estoy tratando este tipo de patologías con muchos de mis pacientes, les sugiero una serie de recomendaciones que os relato a continuación, por si os puede servir como guía de actuación.

Primero evalúo la intensidad de su sintomatología, para ver hasta qué punto está interfiriendo en sus vidas, y en caso de que sea muy incapacitante y se sientan desbordados o muy ansiosos, les aconsejo consultar telefónicamente con su médico de atención primaria, para que valore la posibilidad de prescribir de manera temporal algún fármaco que les ayude a controlar los síntomas de Ansiedad. Siempre bajo prescripción de un facultativo y realizando un seguimiento por su parte. Nunca se debe iniciar un tratamiento con un ansiolítico de manera individual, ya que tienen un potente poder adictivo.

Por otra parte, en la consulta, inicio junto con los pacientes el trabajo en psicoterapia. Planteamos conjuntamente unos objetivos y elaboramos un plan de intervención donde se les sugiere diferentes formas de afrontar una crisis de pánico y enfrentarse a cualquier situación temida, con herramientas y recursos para minimizar la Ansiedad.

Desde hace tiempo trabajo en colaboración con otros profesionales que utilizan otro tipo de técnicas como Yoga, Mindfulness o Meditación, que pueden complementar el tratamiento psicológico. Aunque escapen del campo científico pueden ser consideradas si el paciente se encuentra a gusto practicándolas.

En caso de que te sientas identidicad@ con estos síntomas, o conozcas a alguna persona que requiera asistencia psicológica por estos motivos, puedes consultar conmigo a través de teléfono o email.

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Olivia

 

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